Las 500 a Pánfilo Patricio – Manifiesto del Cambio 19: “La decisión más cobarde que un valiente puede tomar”
Por: Boris O. Núñez V. y Boris Joel Pacheco P.
Estamos viviendo una etapa de conflicto social en nuestro país, generado por varios factores. A nivel interno podemos mencionar elementos frustrantes como las decisiones gubernamentales de otorgar beneficios a los que tienen más y negárselos a los vulnerables; la ostentación de poder sin humildad de autoridades electas; la orfandad reinante de liderazgo nacional; la falta de oportunidades de empleo decente.
Mientras que los externos, como los provocados por las incertidumbres originadas de la guerra Ucrania – Rusia; las secuelas que genera la post-pandemia, los temores a una recesión en Estados Unidos originada por la desestabilización del precio internacional de los combustibles, coloca a muchos panameños en la encrucijada de enfrentarse a decisiones cobardes que solo un valiente se atreve tomar.
Cuando en medio de las manifestaciones que estamos atravesando a nivel nacional, motivadas principalmente por el alto costo de la vida, desde Chiriquí hasta Darién, un sátrapa emite la orden de reprimir el derecho a la protesta en las calles, para acallar las voces de inconformidad y descontento de la población, podemos observar la decisión valiente que el cobarde represor decide desde la oficina refrigerada.
Cuando en las protestas, cada vez que las hordas de manifestantes embriagados de frustración y enojo se ven tentados a vandalizar y provocar daños a la propiedad, obstruyendo el paso para que todo el tráfico se paralice y a lo lejos se escucha, cada vez más próximo, el llanto de ambulancias y vehículos de emergencia que necesitan circular en medio de las avenidas atestadas de humo, fuego y basura, para atender las urgencias, volvemos a las escenas en que alguien se atreve a ejecutar decisiones valientes que solo un cobarde se atreve tomar.
En cada momento en que miramos a Pánfilo Patricio deambulando por las calles, sintiéndose ahogado en deudas financieras, porque a raíz de la pandemia, perdió su empleo, negocio o ahorros de toda su vida, sobrevive agobiado con el hambre que atraviesa su familia, y que a duras penas se alivia con un exiguo, fugaz e insuficiente vale digital que le arranca la poca dignidad que le queda, nuevamente nos revienta en la cara, las decisiones valientes que cobardes burócratas deciden no enfrentar.
Cualquiera que sea los escenarios mencionados, complicados, inverosímiles y dramáticos que podemos imaginarnos, siempre es importante recordar y rescatar la virtud de la fortaleza que arde desde la convicción y la determinación que te hace sostener tu valentía.
La fortaleza es precisamente resistir a las influencias nocivas en medio de situaciones difíciles y perjudiciales a la integridad personal. Es soportar las molestias con valentía para erigirse positivamente como ejemplo influyente, venciendo, dificultades, desafíos y retos grandes. De eso estamos carentes hoy en día en nuestra sociedad porque estamos llenos de decisiones valientes tomadas por cobardes que se esconden detrás del poder, puesto, jerarquía o autoridad.
Sin embargo, en medio de toda esta tragicomedia, quizás solo exista una que sea merecida de respetar sin juzgar. Aquella decisión cobarde que solo un valiente puede tomar, es esa en la que se apaga la propia luz, para trascender a la vida eterna y espiritual. Cada individuo goza de la libertad infinita de tomar las decisiones de su vida, y hay que tragar mucha valentía para mantener hasta el límite, la cobarde decisión de extinguir su propia vida.
En homenaje a los caídos de la pandemia, valientes que tomaron decisiones cobardes.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.
(Este artículo es responsabilidad de su autor).