El CICR cumple 160 años en medio de una labor constante para proteger a la población civil del horror de los conflictos armados
Este 17 de febrero, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) cumple 160 años de una labor dirigida a socorrer a millones de personas afectadas por los conflictos armados.
Los avances tecnológicos han modificado drásticamente la manera de hacer la guerra desde 1863. Sin embargo, hay una triste realidad que no cambia: el nivel de sufrimiento que deben soportar las personas civiles atrapadas en medio de esos conflictos. El cofundador del CICR, Henri Dunant, escribió lo siguiente hace 160 años, tras ser testigo de los horrores del combate:
“Casas agujereadas, agrietadas, deterioradas; sus habitantes, que han pasado, sin luz y sin víveres, cerca de veinte horas en las bodegas, comienzan a salir; el estupor que se pinta en sus rostros demuestra el prolongado padecer al que se han visto sometidos”.
Estas líneas podrían haber sido escritas por quienes sufren hoy las consecuencias de los conflictos armados en Ucrania, Yemen o Siria. La población civil que ha vivido los enfrentamientos en Afganistán o Somalia en los últimos años exhibe el mismo estupor ante el horror de los conflictos que se libran en sus países.
“Tras 160 años de actividad, el Comité Internacional de la Cruz Roja está en condiciones de afirmar que el mundo ha hecho grandes avances para reducir los daños a la población civil en el campo de batalla. Así y todo, el sufrimiento que se vive en los conflictos armados actuales es inmenso, por lo cual aún queda mucho por hacer para reducir el dolor y la angustia”, señaló la presidenta del CICR, Mirjana Spoljaric. “El respeto del derecho internacional humanitario es y seguirá siendo la única manera de preservar un mínimo de humanidad durante los conflictos armados. Las leyes de la guerra deben ser consideradas como una prioridad política”.
El CICR realiza actividades en 100 países y cuenta con una fuerza laboral de más de 21.000 empleados. En los años venideros, junto con sus socios del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, seguirá ejerciendo su labor para que todos comprendan el carácter neutral, imparcial e independiente de nuestras actividades humanitarias, incluso ante el surgimiento de nuevas armas y tecnologías.
Siempre del lado de la humanidad, el CICR también seguirá promoviendo e insistiendo en un mayor respeto del derecho internacional humanitario, que prohíbe la violencia contra quienes no participan en las hostilidades.