Las 500 a Pánfilo Patricio – “Crónicas a un Presidenciable que a muchos nos preocupa”.
Por Boris O. Núñez V.
Después que el 4 de mayo de 2014, perdió la presidencia José Domingo Arias, toda la membresía en Cambio Democrático, supo que el futuro próximo de Panamá, con el nuevo mandatario Juan Carlos Varela, sería sombrío y de pase de facturas hacia todo miembro que provenía de la administración de Ricardo Martinelli Berrocal (RM). Así mismo ocurrió, se inició un acoso y hostigamiento político a connotadas figuras que olían a Cambio Democrático y RM.
El que conoce la trayectoria, de quien le escribe, sabe que dentro de Cambio Democrático conflagramos muchos miembros que coincidimos, defendimos y seguiremos defendiendo la gestión que como colectivo político llevamos a cabo durante el quinquenio 2009-2014, porque somos muchos miembros por convicción, entereza y dignidad, que formamos parte de este partido político. Somos parte de una unidad, aun reconociendo que, dentro de esta organización, hay y hubo integrantes que formaron parte y menospreciaron el estatuto y la declaración de principios y valores del partido, como fue la propia membresía de uno de sus fundadores.
Cabe resaltar que durante todo este tiempo que ha transcurrido, desde el 2014 hasta la fecha, Ricardo Martinelli Berrocal, ha atravesado por un zigzagueante entramado político y judicial. Injusto para sus seguidores y para sus detractores, todo ha sido apegado a la ley. Lo cierto es que hoy por hoy, la característica presidenciable de RM, es indiscutible, y si las elecciones fueran hoy, resultaría favorecedor de una mayoría relativa de votos de sus electores, porque no hay que perder de vista que se le empinan en contra una gran masa de panameños inscritos y no inscritos en partidos políticos que ven con ojos de preocupación y sensibilidad, un retorno del expresidente.
Considerando el estilo personal de gobernar, lo cual es innegable, el carisma y personalidad que proyecta como caudillo latifundista; el agrío sabor de venganza que debe estar recorriendo por su alicaído sistema nervioso, el ambicioso desvarío de autoproclamarse como el panameño más rico del mundo, sin importar a quien sacrifique, RM se proyecta como el presidenciable que más debe preocuparnos, si llega a retornar a la presidencia, aun recordando que fue la ejecutoria de Cambio Democrático, como un gran colectivo que logramos ser, para que el gobierno del 2009-2014 rindiera los resultados que hoy se recuerdan.
Hoy, por decisión propia, don Ricardo ya no está inscrito en Cambio Democrático.
Es un secreto a voces y un rumor muy fuerte, que lo que impediría a que logre a ser electo como presidente, es que una decisión judicial, dictamine declararlo inhábil para ejercer funciones de servicio público. Aunque podría ser cierto, no consideramos que debiera ser la decisión de una juez o el fallo colegiado entre magistrados, lo que frene la ruta hacia la presidencia de RM.
Debería ser la reflexión consciente de aquellos panameños que aún lo consideran como un mesías, y preguntarse si realmente como país resistiríamos otro gobierno más de acoso y hostigamiento. ¿Nos conviene reelegir a quién ya tuvo su oportunidad de gobernar, y lo hizo? ¿Podremos reparar nuestro desastre nacional y social a tiempo, al elegir a un presidenciable como RM?
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.