Panamá pierde 352 mil hectáreas de bosques: Un llamado urgente para frenar la deforestación
Panamá, 20 de agosto de 2024.- Panamá enfrenta una crisis ambiental alarmante, ya que en solo dos años ha perdido 352,873 hectáreas de bosques y otras tierras boscosas, según el “Diagnóstico de Bosques y Otras Tierras Boscosas 2023” del Ministerio de Ambiente.
Este informe, hecho público hoy, destaca la urgencia de proteger los recursos forestales del país, dado que la pérdida de bosques avanza a nivel nacional y con mayor intensidad en las provincias de Veraguas, Darién y Coclé, poniendo en riesgo la biodiversidad, las cuencas hidrográficas, los ríos, el agua y la sostenibilidad ecológica de la nación.
El diagnóstico, basado en imágenes satelitales y análisis geoespacial, revela una preocupante disminución de la cobertura boscosa, especialmente en áreas críticas donde deben concentrarse los esfuerzos de conservación y restauración. La deforestación, el cambio climático y la expansión urbana han afectado notablemente los bosques, particularmente en Veraguas (37.6% de pérdida boscosa), Darién (15.9%) y Coclé (18%).
A pesar de que el 67.15% del territorio panameño sigue cubierto por bosques y rastrojos, la pérdida de 352,873 hectáreas en este periodo representa una reducción del 4% a nivel nacional. Este descenso significativo en algunas regiones amenaza la biodiversidad y la sostenibilidad ecológica, exacerbando los efectos negativos en el medio ambiente.
En Panamá, hasta el año 2023, existían aproximadamente 325,666.78 hectáreas de rastrojos, mientras que en bosques se contabilizan 4,737,067 hectáreas.
Según la resolución N° DM-0148 del 21 de julio de 2022, el rastrojo es la vegetación secundaria de especies arbóreas, arbustivas y herbáceas que aparece naturalmente después de un uso agropecuario. Tiene una altura promedio menor a 5 metros.
El diagnóstico clasifica el territorio en tres categorías: Bosques, Otras Tierras Boscosas, y Otras Tierras y Superficies de Agua Continentales, utilizando metodologías avanzadas para garantizar la precisión de los datos. Esta clasificación es fundamental para asegurar que las políticas públicas y regulaciones se basen en información actualizada, facilitando la colaboración internacional en la conservación forestal.
Finalmente, el informe resalta la importancia de proteger los rastrojos, áreas en regeneración con potencial para convertirse en bosques secundarios. La Ley Forestal de Panamá no otorga a los rastrojos una protección adecuada, subrayando su valor en la lucha contra la deforestación y en la restauración ecológica del país.
La presentación de este diagnóstico representa un avance significativo en los esfuerzos por conservar los bosques de Panamá, proporcionando datos clave para la formulación de políticas ambientales y acciones efectivas. La Dirección de Información Ambiental seguirá monitoreando y brindando información sobre el estado de los bosques, fortaleciendo la capacidad del país para enfrentar estos desafíos.