América Latina y el Caribe impulsan la transformación de los sistemas agroalimentarios
Países de América Latina y el Caribe se unen en un diálogo regional para impulsar la sostenibilidad en todo el sistema agroalimentario, proponiendo la adopción de las Guías Alimentarias Basadas en Sistemas Alimentarios (GABSA) como una medida clave para mejorar la nutrición y asegurar el acceso a alimentos saludables para todas las personas, sin dejar a nadie atrás.
Panamá, 03 de septiembre de 2024. Países de la región de América Latina y el Caribe se encuentran reunidos en Panamá en un espacio que busca fortalecer la coordinación entre los tomadores de decisiones en la transformación de los sistemas agroalimentarios para asegurar los compromisos de mejor nutrición y facilitar el acceso a las dietas saludables.
Este encuentro es un esfuerzo conjunto entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Movimiento Scaling Up Nutrition (SUN), el proyecto de cooperación EU4SUN, financiado por la Comisión Europea e implementado por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP). Además, coorganiza el Programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO, una iniciativa conjunta de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la FAO; y la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES), de la Cooperación Técnica Internacional del Gobierno de Brasil y la FAO en Alimentación Escolar.
El espacio regional de discusión toma especial relevancia luego que las Naciones Unidas revelara en su más reciente informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo (SOFI) 2024, que en América Latina y el Caribe la inseguridad alimentaria aun supera el 28%, siendo las mujeres y las personas que viven en zonas rurales las que se ven más afectadas. En la región, 41 millones de personas no logran acceder a los alimentos necesarios para satisfacer sus necesidades nutricionales. A la vez, el costo de las dietas saludables alcanza la cifra crítica de 4.56USD, haciendo que la cesta de alimentos nutritivos sea inaccesible para 54 millones de personas.
La inauguración del evento estuvo presidida por Beatriz Carles, Ministra de Desarrollo Social (MIDES); Francisco Ameglio, Viceministro de Desarrollo Agropecuario (MIDA); Laura Suazo, Secretaria de Estado en los Despachos de Agricultura y Ganadería de la República de Honduras; Sr. Brieuc Pont, Secretario General de la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento de Francia; Adoniram Sanches Peraci, Coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica; y Karen Holder, Directora de provisión de Salud del Ministerio de Salud (MINSA).
En un saludo vía videoconferencia, el Subdirector general de la FAO y Representante regional para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, comentó que en un mundo donde 2.330 millones de personas no logran acceder a suficientes alimentos nutritivos e inocuos; y 187,6 millones de personas viven inseguridad alimentaria moderada y grave en América Latina y el Caribe, es de gran importancia lograr la sostenibilidad en la producción, procesamiento, transporte, comercialización y consumo de alimentos, es decir, en todo el sistema agroalimentario.
“El hambre no es solo un resultado de factores externos, sino en gran medida de decisiones políticas. El costo de la inacción frente al hambre representa un 6,4% del PIB versus un 0,5% de lo que cuesta cuando se asegura el acceso a dietas saludables”, resaltó Lubetkin.
Adoniram Sanches Peraci, Coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica, explicó que los sistemas agroalimentarios sostenibles tienen capacidad para hacer frente a la escasez de agua, responder al cambio climático y proteger la biodiversidad mundial. Asimismo, garantizarían el crecimiento económico sostenible y el empleo decente en zonas rurales, asegurarían el suministro de alimentos a precios asequibles en las ciudades y contribuirían en gran medida a poner fin al hambre, algo que solo se puede conseguir en asociación con todos los agentes relacionados con la alimentación y la agricultura.
Por su parte, Alba Rodríguez, coordinadora del proyecto europeo de cooperación EU4SUN de la FIIAPP indicó que “la voluntad política para el desafío de hambre cero necesita de leyes e instituciones que la ejecute en cada país, y también que puedan construir soluciones conjuntas a este reto compartido“.
En referencia a la N4G (Cumbre de Nutrición para el Crecimiento), Brieuc Pont, Secretario General de la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento de Francia 2025, explicó:
“Estamos movilizando la comunidad internacional para que la cumbre de Paris que tomará lugar en marzo de 2025 sea un éxito y que podamos avanzar en el tema de la política de desarrollo por la nutrición. Las acciones llevadas a cabo por la Unión Europea a través de EU4SUN son clave en la clave en la estrategia que nos llevará a la cumbre”.
Metodologías para cumplir los compromisos de nutrición para el crecimiento (N4G).
En respuesta a esta situación, las instancias participantes en este taller regional consideraron fundamental algunas acciones inmediatas, como la revalorización de especies de cultivos marginadas e infrautilizadas, analizando su valor nutricional y su rescate en la dieta, destacando una nueva metodología para realzar el aporte de estos alimentos, con un enfoque que atiende el triple nexo entre cambio climático, la pérdida de la biodiversidad alimentaria y las altas tasas de malnutrición.
Además, los países coincidieron en abordar la propuesta de las “Guías alimentarias basadas en los sistemas alimentarios (GABSA)”, metodología desarrollada por la FAO, que enfoca la nutrición más allá de la sola responsabilidad del consumidor. Las consideraciones económicas, políticas, culturales, educativas productivas y ambientales también son importantes cuando se trata de dietas saludables, por lo que se recomienda abordar el diseño, actualización, implementación, seguimiento y evaluación de las guías alimentarias bajo el enfoque de sistemas alimentarios. Ello permite incluir no sólo al consumidor, sino también enfocarse en la cadena de suministros y todo el entorno alimentario.
Estas nuevas metodologías de las guías alimentarias contribuyen a procesos e iniciativas como el “Decenio de Acción de las Naciones Unidas sobre la Nutrición”, Nutrition for Growth (N4G), cumbre mundial para la transformación de los sistemas agroalimentarios y el “Marco de Acción de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2)”, que se enfocan en propiciar la seguridad alimentaria, el derecho a la alimentación y a la mejor nutrición a través de políticas integradas y estrategias de gobernanza; y apuntan a contar con políticas públicas clave y mecanismos de gobernanza de la seguridad alimentaria y la nutrición.
Otras acciones regionales
A nivel regional, desde 2013, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) ha implementado acciones para erradicar el hambre y, en 2024, actualizó el Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre 2030, con la inclusión de las líneas de acción y recomendaciones prioritarias para su implementación y seguimiento a nivel regional y nacional.
En Centroamérica y la República Dominicana, el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), también ha avanzado en la creación de un nuevo plan de acción regional a 2028 para la Política de Seguridad Alimentaria y Nutricional (POLSAN).
Por su parte, el programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” propone buenas prácticas y soluciones innovadores de desarrollo, que nacen de la implementación de experiencias piloto, en estrecha colaboración con instituciones públicas y agricultores familiares de los territorios más rezagados de la región. Asimismo, la Cooperación Brasil-FAO resalta la importancia del trabajo en redes para avanzar en un nuevo paradigma de la alimentación escolar, la red de Alimentación Escolar Sostenible (RedRAES.org), un espacio pensado para el intercambio de experiencias y buenas prácticas alrededor de la alimentación escolar en América Latina y el Caribe.
En el Taller Regional desarrollado en Panamá participan representantes de los Ministerios de Salud, Desarrollo Social, Ambiente, Educación y Agricultura de los países de América Latina y el Caribe, así como institutos nacionales especializados en materia de alimentación, nutrición y salud pública, representantes del SICA y sus instancias especializadas (COMISCA, INCAP, SE-CAC, SISCA), cooperantes Internacionales, la sociedad civil, la academia, organizaciones no gubernamentales, entre otras.