Militares golpistas detienen al presidente de Guinea y ordenan disolver las instituciones
Los militares le acusan de una serie de agravios, entre los que incluyen actividades de corrupción y pobreza.
Un grupo de militares ha detenido este domingo al presidente de Guinea, Alpha Condé, en un intento de golpe de Estado que ya ha derivado en una declaración por parte del supuesto líder golpista sobre la disolución del Gobierno y el cierre de fronteras.
Los acontecimientos se han precipitado desde primera hora, cuando varios medios locales se hicieron ecos de disparos con armas automáticas por parte de militares en Conakry y, en particular, en el barrio de Kaloum, un extremo peninsular de la ciudad que alberga importantes edificios, entre ellos el palacio presidencial, la Sékoutoureya, de donde podrían haber sacado a Condé, de 83 años de edad. En la misma zona están el Ministerio de Defensa y el cuartel general del Estado Mayor.
Los accesos han quedado bloqueados, mientras los propios militares e incluso embajadas extranjeras han exhortado a los ciudadanos a no salir a la calle a la espera de que se esclareciese lo que estaba pasando. “Todo el mundo está en casa y se oyen disparos cada vez más fuertes”, ha declarado un vecino de Kaloum, Mohamed Morgan, a la agencia de noticias Bloomberg.
Fuentes citadas por la emisora RFI y por el portal Jeune Afrique han identificado a los autores de los disparos como miembros del Grupo de Fuerzas Especiales, un organismo creado en 2018. El grupo tiene al frente a un antiguo legionario de las Fuerzas Armadas francesas, el teniente coronel Mamady Doumbouya, a quien se ha visto ya en un vídeo difundido en redes sociales.
En él, Doumbouya aparece con boina roja y gafas de sol flanqueado por otros dos uniformados y repasar una lista de agravios atribuidos a Condé y su partido, incluidas actividades de corrupción y pobreza social, y anuncia que ha ordenado disolver las principales instituciones y anular la actual Constitución. También proclama el cierre de fronteras.
“La situación sociopolítica y económica del país, la disfunción de las instituciones republicanas, la instrumentalización de la justicia, el pisoteo de los derechos de los ciudadanos, la mala gestión económica (…) han llevado al Ejército republicano a asumir sus responsabilidades frente al pueblo de Guinea“, explica Doumbuya en la grabación. Asimismo, anuncia la formación de un Comité Nacional de la Unión y el Desarrollo que toma el poder.
Los golpistas han difundido también imágenes de Condé, al que muestran sentado en una butaca, con la camisa abierta y descalzo y rodeado de militares para demostrar su supuesto arresto, según el portal Guineenews.
Las imágenes contrastan con la primera reacción del Gobierno guineano, que por boca del secretario general de la presidencia, Naby Yusuf Kiridi Bangura, quiso defender que “la situación está bajo control”, según la agencia de noticias Bloomberg.
La rebelión militar consumada este domingo deriva de meses de tensiones políticas en los que Doumbouya ha tratado que su grupo ganase más peso. En mayo ya se llegó a especular con el posible arresto de este oficial.
El propio Doumbouya ha hecho un llamamiento a la “unidad” de sus “hermanos de armas” y a que permanezcan en sus cuarteles, pero cabe la duda de si el resto del Ejército seguirá al GPS. “Las fuerzas leales a Alpha Condé no han dicho su última palabra, pero el presidente está verdaderamente en manos de los golpistas“, ha reconocido en declaraciones a Jeune Afrique una persona cercana al presidente.
Polémica por la reelección
Condé, de 83 años, arrancó su tercer mandato en diciembre de 2020, tras salir vencedor de unas elecciones que la oposición consideró fraudulenta. Su intención de seguir en el poder ya había provocado un repunte de las tensiones que se remonta a 2019 y que se saldó con varios muertos.
El actual mandatario llegó al poder en 2010 tras décadas como líder opositor bajo la dictadura de Lansana Conté y, para optar a un tercer mandato, precisó de un cambio en la Constitución.
Condé ya sufrió en 2011 otro intento golpista, aunque las fuentes citadas por Jeune Afrique consideran que ahora la situación es más grave.
EUROPA PRESS