Bajo la supervisión del MIDES 1,125 CAIPI que se han reabierto en el país
Un total de 2,011 niños y niñas reciben de forma exitosa estimulación temprana.
En un lunes de plena pandemia Jorge Muñoz y Darlyn Jiménez recortan trazos de papeles para rellenar una figura que su maestra le ha dibujado en una cartulina y que le ayudarán a ordenar ideas, seguir instrucciones y desatar esa curiosidad innata que tienen por adquirir nuevos conocimientos.
A través de una rutina controlada estos pequeños de tres años son capaces de aprender, mientras cantan y juegan. La cartulina la están confeccionando dentro de un salón de clases, donde otros niños hacen tareas similares. Esta escena es perfecta para describir lo que 2,011 niños (as) están haciendo dentro de los 1,125 Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI), que han reabierto tras la pandemia bajo la supervisión del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
En pleno confinamiento Jorge aprendió a contar los números del 1 al 10 y a identificar los colores primarios. También se ha relacionado con otros niños, logrando esa interacción social que según los expertos es esencial para su crecimiento.
Mientras que Darlyn ha adquirido habilidades sociales como trabajar en equipo, cumplir con las sesiones de trabajo del día y llegar a acuerdos para resolver problemas. El cerebro de estos niños nunca volverá a desarrollarse tan rápido como en los primeros cinco años de vida, periodo donde evoluciona el 87% de su cerebro, en el cual adquieren los mecanismos que le permitirán aprender en el futuro.
Los niños como Jorge y Darlyn son aprendices sociales entusiastas que a través de la estimulación temprana son capaces de desarrollar habilidades como compartir, resolver conflictos y empatía a un ritmo rápido.
Lo interesante es que este aprendizaje se está ejecutando en el CAIPI “Pasitos del Triunfo” en la comunidad de Torrijos Carter, ubicada en el corregimiento de Belisario Frías, distrito de San Miguelito.
Mylene Álvarez asegura que el CAIPI ha logrado que su hijo Jorge adopte patrones de conducta que le han permitido identificar cuándo es tiempo de comer, de jugar, de tomar siesta, de hacer tareas y de dormir. Rutinas que son esenciales para su sano crecimiento y su inserción al sistema escolar.
Mientras que Jorge Jiménez señala que su hija Darlyn ha logrado hablar con fluidez, ha mejorado su conducta y la interacción con otros niños de su edad le han proporcionado carácter, una cualidad que marcará su desarrollo en todas las etapas de su vida.
La apertura de los CAIPI también han cumplido una doble función, la de promover la estimulación temprana y la de impulsar la reactivación económica al permitirle a 843 maestras regresar a su plazas de trabajo.
¿Por qué es importante asistir a los CAIPI?
Para la pediatra Geraldine Norte, de la Sociedad Panameña de Pediatría, los primeros mil días de la vida de un niño (a) son primordiales y mucho depende de estos días para desarrollar su potencial y las oportunidades necesarias para que puedan crecer saludables, incluyendo la predisposición al aprendizaje y al mejor desarrollo socioemocional posible.
La especialista explicó que en este período es que se instauran las bases de la salud y también de las capacidades que permitirán tener éxito en los estudios, en la capacidad de resolver problemas y ser productivos en la vida adulta.
De acuerdo con la pediatra, la estimulación temprana tiene por objetivo aprovechar la gran capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del cerebro de los niños en su propio beneficio. Esto se logra mediante diferentes ejercicios y juegos, la intención es la de proporcionar una serie de estímulos repetitivos, de manera que se potencien aquellas funciones cerebrales que a la larga resultan de mayor interés.
“No sólo se trata de reforzar aspectos intelectuales, como su capacidad para la lectura o el cálculo matemático a futuro, sino que la estimulación temprana también contempla los aspectos físicos, sensoriales y sociales del desarrollo del niño”, explicó Norte.
La ministra de Desarrollo Social, María Inés Castillo, indicó que la apertura de los CAIPI le ha permitido a los padres incorporarse a sus trabajos con la seguridad de que sus hijos reciban una atención especializada, una relación que la califica como ganar-ganar que ha beneficiado a una población vulnerable.
Castillo destacó los esfuerzos que el Gobierno Nacional ha realizado para lograr espacios seguros, donde los pequeños han tenido la oportunidad de aprender, mientras hacen lo que más le gusta: jugar. En ese sentido, ponderó la participación activa que ha tenido el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como aliados estratégicos que con sus experticias han permitido desarrollar protocolos sanitarios que ha sido la base para la apertura de los CAIPI.
Los cerebros de los niños están en constante crecimiento
Yohana Pinzón, especialista en primera infancia de la Unicef, indicó que durante los primeros años de vida, el cerebro aumenta cinco veces su tamaño hasta llegar a la edad adulta, esto implica que se den dos factores “la proliferación de las conexiones sinápticas entre las neuronas y la mielinización de fibras nerviosas”, que en otras palabras es la conexión necesaria entre las neuronas, que permitirán la comunicación del sistema nervioso con el resto del cuerpo.
Para que se den estas conexiones y se creen otras, se deben brindar estímulos tales como hablarle, cantarle, arrullarlo, acariciarlo, jugar, dejarlo explorar, sonreírle, etc. Todas estas interacciones se realizan a través de las rutinas diarias y usando el juego, un servicio que ofrece los CAIPI.
Pinzón agrega que cada vez que un adulto interactúa con el niño o niña está contribuyendo al desarrollo de sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales. Sin embargo, es necesario tener presente que cada edad necesita de diferentes estímulos que se relacionan con el desarrollo individual que vive el niño o niña.
La especialista añade que cuando un niño (a) es estimulado existe diferentes áreas del desarrollo y que evolucionan. Estas áreas son las llamadas motriz, sensor-perceptiva, cognitiva, lenguaje y comunicativa, y la socio-afectiva (Ver gráfica).
Jorge y Darlyn han encontrado en el CAIPI “Pasitos del Triunfo” el lugar perfecto para crecer, mientras hacen lo que más le gusta: jugar, cantar y hacer amigos. Mientras avanzan rápidamente de una etapa a otra, el juego se ha constituido en el eje central de su crecimiento y desarrollo. Es el principal medio sobre el que construirán sus habilidades cognitivas y a través del cual le darán sentido al mundo, ya que es un método de aprendizaje que se queda grabado para siempre.