Las 500 a Pánfilo Patricio
Por: Boris O. Núñez V.
“Un poco más de lo que nos hace bien y menos de lo que nos hace mal” (STAMATEAS, 2018), es un principio, dogma, o enseñanza que podríamos asimilar para dirigir las motivaciones y aspiraciones de nuestras vidas. Es considerada como una de las estrategias de “Soluciones Prácticas”, obra del autor Bernardo Stamateas escrita para resaltar las fortalezas y la capacidad que tenemos como seres humanos para resolver nuestras diferencias.
Uno de los tantos conflictos que vivimos diariamente, es el dilema de poder satisfacer nuestras necesidades básicas y los deseos personales o colectivos que nos permitan un estado de bienestar individual y social. Sin embargo, nuestras incompatibilidades, divergencias o discrepancias que compartimos, generan conflictos. Son hechos de carácter natural que todos los individuos que formamos parte de una familia, asociación o colectividad tratamos de encontrar, de manera acertada o equivocada, de cualquier modo, para superarlos. Estas maneras pueden oscilar entre la tentación de querer evitar o evadir la discrepancia que genera conflicto hasta las acciones más violentas que se pueden manifestar verbal o físicamente para redimirlo.
La sensación de impotencia que sentimos como ciudadanos cuando se necesita del sistema de salud público y éste nos da la espalda; de frustración cuando a pesar de años de estudios superiores y de especialización no son suficientes para aspirar a un trabajo con un salario decente y digno; o la de ira cuando se observa que las autoridades llamadas a administrar el patrimonio de todos, lo dilapidan, derrochan y hacen un uso pródigo de nuestras riquezas de país, son entre muchos más, los conflictos sociales piramidales que como Estado debemos concentrarnos en resolver.
Ante este “cocktail” que conjuga estos ingredientes de impotencia, frustración e ira, se asoma a la vista de todos y prácticamente todos los días, la expresión de desesperanza que convoca a “Los Olvidados” (Pánfilo) a ejercer su derecho a manifestarse con una pacífica violencia, motivada en gran medida por una actitud gubernamental displicente, superficial y de falsa sensación de ayuda. Las enfermeras, los provincianos, los transportistas, los civilistas, los obreros, los empresarios entre otros más, todos entonan en silencio, ese “canto de la gente triste, que es el himno de los olvidados, es el reclamo por lo que no existe, es la protesta de los desesperados” (BLADES, Himno de los Olvidados, CANTARES DEL SUBDESARROLLO).
Debemos construir en nuestro pensamiento colectivo, una idea que se arraigue en nuestra conciencia nacional, para lograr que la esperanza no se pierda. Tomando de ejemplo lo siguiente: “… que nuestras acciones como organización… estarán dirigidas a la consecución, defensa y protección del bien común de todos los panameños…” (Declaración de Principios – CAMBIO DEMOCRÁTICO), la idea de “bien común” es nuestro Estado de bienestar. Es la bandera que compartimos y en la que todos los comerciantes – consumidores, patronos – trabajadores, gobernantes – gobernados, tenemos que hacer un poco más de los que nos hace bien, y un poco menos de lo que nos hace mal.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.
(Este artículo es responsabilidad de su autor)