Biden dicta sanciones a narcotraficantes en América y China por la crisis de las sobredosis
Quedan fuera de una ambiciosa ronda de penalizaciones de la Casa Blanca los cárteles de Venezuela.
Ante el creciente número de muertes por sobredosis en Estados Unidos — más de 100.000 en un año— el presidente Joe Biden dicta este miércoles dos decretos para combatir el narcotráfico internacional, y sanciona a organizaciones criminales de China, México, Brasil y Colombia como principales promotores de la actual crisis sanitaria por abuso de drogas ilícitas. Pero a pesar de que la anterior Administración, encabezada por Donald Trump, identificó a Nicolás Maduro y el Cártel de los Soles como grandes exportadores de droga a EE.UU., no hay venezolanos sancionados en esta ocasión.
Fuentes de la Administración han dicho este miércoles que aunque «en el pasado venezolanos en el Gobierno han sido sancionados por el Tesoro por narcotráfico», en esta ocasión el objetivo es más bien «ubicar este problema en un marco global y con un reconocimiento del carácter transnacional y cada vez más ramificado de este tipo de amenazas».
Las sanciones afectan a 10 personas y 15 empresas. Dice el Tesoro en su comunicación oficial que «por traficar fentanilo y sus precursores químicos, metanfetamina, cocaína y heroína».
Es relevante que el Tesoro norteamericano sancione en esta tanda a tres empresas chinas por tráfico de fentanilo, anabolizantes y otras drogas sintéticas a EE.UU. Gran parte de las muertes que se producen por sobredosis en este país en la actualidad son por abuso de fentanilo, un fuerte opiáceo sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente.
Según el Tesoro, el chino Chuen Fat Yip controla un grupo de compañías que venden compuestos y precursores químicos de fentanilo al público y a empresas privadas, por medios de pedidos por internet, que luego se envían a todo el mundo, incluso EE.UU. Chuen, dice el Tesoro, «utiliza moneda virtual, como Bitcoin, y transferencias de fondos a través de empresas de servicios monetarios y bancos para recibir pagos».
Por otra parte, Shanghai Fast-Fine Chemicals Co., Ltd, es una empresa china de transporte de productos químicos sancionada también por haber enviado varios precursores químicos, a menudo etiquetados falsamente, a México para la producción ilícita de fentanilo destinado al mercado estadounidense para su venta y consumo. De lo mismo se acusa a Hebei Huanhao Biotechnology Co., Ltd.
El Tesoro ha sancionado también al Clan del Golfo, de Colombia, y al narcotraficante de ese mismo país Dairo Antonio Usuga David, alias Otoniel, capturado en octubre. El gobierno de EE.UU., donde la Justicia lo requiere por narcotráfico, ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por información sobre su paradero. Sobre el Clan del Golfo, el Tesoro de EE.UU. asegura que «envía cantidades de varias toneladas de cocaína, con destino a EE.UU., a través de medios de transporte marítimo a América Central de forma regular».
Además el Gobierno estadounidense sanciona al grupo delictivo Primeiro Comando Da Capital, de Brasil; y a Los Rojos y Guerreros Unidos, en México, que se unen a otros cárteles antes sancionados como Jalisco Nueva Generación o se Sinaloa.
Según el Tesoro, estas sanciones implican que todas las propiedades e intereses de los penalizados en EE.UU, quedan bloqueados. Además, también queda bloqueada cualquier entidad que sea propiedad, directa o indirectamente, en el 50% o más, de las personas bloqueadas.
Nuevo organismo contra el crimen organizado
Por otro lado, Biden establece el nuevo Consejo de los Estados Unidos sobre la Delincuencia Organizada Transnacional, que impondrá sanciones a las personas extranjeras involucradas en el tráfico ilícito de drogas a nivel mundial. Aunará, según la Casa Blanca, a seis departamentos y agencias involucrados en los esfuerzos contra el crimen organizado para garantizar que el Gobierno de EE.UU. aproveche de manera efectiva todas las herramientas apropiadas para combatir el narcotráfico. Estarán presenten en ese foro los departamentos de Justicia, Seguridad Nacional, del Tesoro, de Estado, Defensa y el Director de Inteligencia Nacional.
Ese Consejo tendrá una División Estratégica que se encargará de desarrollar planes de todo el Gobierno para abordar las principales amenazas del crimen organizado transnacional.
Según dicen las fuentes antes mencionadas, «si bien en el pasado estas organizaciones generalmente tenían estructuras más jerárquicas de estilo capo, con líderes y cadenas de mando claramente identificados, se han vuelto cada vez más difusas y descentralizadas. Los facilitadores financieros y los habilitadores que promueven los objetivos perniciosos de los narcotraficantes a menudo ya no tienen ni siquiera asociaciones informales con los líderes de las redes de tráfico de drogas».
Por ABC.es