Alemania supera por primera vez las 50.000 infecciones diarias de coronavirus
Scholz advierte de que «muchos van a enfermar» de coronavirus por no vacunarse.
El próximo canciller federal de Alemania, el socialdemócrata Olaf Scholz, lamentó hoy el bajo nivel de vacunaciones en Alemania, que no alcanza aún el 70% de la población y advirtió de que «conocemos las consecuencias: muchos de aquellos que no se han vacunado se van a poner enfermos».
En su primera declaración ante el Bundestag, el parlamento federal, como virtual jefe del gobierno germano, Scholz defendió el plan de los tres partidos que negocian una nueva coalición de gobierno en Berlín -socialdemócratas (SPD), verdes y liberales (FDP)- para afrontar la nueva ola de la pandemia y anunció una cumbre del gobierno federal con los ejecutivos de los 16 estados federados para la semana próxima acordada con la canciller federal en funciones, Angela Merkel. «Tenemos que preparar nuestro país para el invierno», dijo el ganador de los comicios legislativos de septiembre pasado, quien subrayó que no puede repetirse el peligro que el virus supuso el año pasado para las residencias de ancianos y los centros de atención a enfermos crónicos.
Cuando Alemania registra los más altos niveles de contagios en su cuarta ola de coronavirus, Scholz subrayó que los empleados de esas residencias deben ser testados a diario, pero que además, en aquellas regiones o localidades donde se disparen las infecciones, solo tendrán acceso a locales cerrados, fuera de comercios de artículos de primera necesidad, quienes estén vacunados, hayan sanado de una infección o presenten un test negativo reciente.
Estos últimos se verán excluidos completamente si los niveles de infecciones alcanzan cotas alarmantes. El próximo canciller federal, que previsiblemente jurará su cargo en la segunda semana de diciembre, hizo un llamamiento a la población para que acuda a inmunizarse. «Vacúnense», dijo Scholz, en referencia a quienes no lo han hecho aún, pero también para aquellos que deben refrescar su vacuna si recibieron su última dosis hace más de seis meses.
Mientras, Alemania ha superado hoy por primera vez desde el comienzo de la pandemia la cota de las 50.000 nuevas infecciones diarias por coronavirus, 10.000 más que la marca anterior establecida este miércoles.
El Instituto Robert Koch (RKI), responsable de coordinar la lucha contra la enfermedad en este país, anunció el registro de 50.196 nuevos contagios de Covid-19 en las últimas 24 horas, estableciendo un nuevo récord nacional. El día anterior había anotado 39.676 nuevas infecciones. También la tasa de incidencia se ha disparado hasta cifras históricas al alcanzar los 249,1 casos por cada 100.000 habitantes a nivel nacional en una semana, frente a los 232,1 del miércoles.
El número de fallecidos en las últimas 24 horas se eleva a 235 personas. En total y desde el comienzo de la pandemia se han infectado en Alemania 4.894.250 ciudadanos con Covid-19, que ha causado la muerte de 97.198 personas en todo el país.
El número de pacientes ingresados en hospitales por cada 100.000 habitantes en una semana, el principal parámetro en Alemania para establecer restricciones severas, se elevó este miércoles a 4,61 personas, lejos aún del máximo registrado las pasadas navidades con 15,5 pacientes, aunque hay regiones como Baviera, Sajonia y Turingia donde muchos hospitales tienen sus unidades de cuidados intensivos saturadas, en algunos casos sin capacidad para acoger nuevos enfermos.
El primer ministro de Baviera, el socialcristiano Markus Söder, ha ordenado a partir de este jueves la entrada en vigor de la llamada situación de «emergencia catastrófica» con el fin de coordinar el traslado de enfermos de Covid-19 a hospitales con mayores capacidades desde los centros saturados. En Baviera la tasa de vacunación es inferior a la del resto del país, donde la media no ha alcanzado aún el 70% de la población. Los no vacunados forman el grueso de los nuevos contagios.
Las tres formaciones que negocian la formación del nuevo gobierno germano están de acuerdo en finalizar, como ha previsto el gobierno saliente de la canciller federal, Angela Merkel, la alarma nacional epidémica este 25 de noviembre y poner a cambio en funcionamiento un catálogo de medidas que serán aplicadas individualmente por los distintos estados federados según la situación en los mismos, entre otras cosas porque la aplicación de restricciones nacionales carece de base constitucional y no se quiere perjudicar a todos aquellos que ya se han vacunado.
En el debate posterior a la intervención de Scholz, el jefe parlamentario de los conservadores, Ralph Brinkhaus, se estrenó como líder de la oposición en la cámara para criticar el fin de la alarma nacional y el catálogo de medidas pactadas por el tripartito. «Son flojas y la señal errónea», dijo Brinkhaus, quien advirtió de que mucha gente pensará con esa medida que la situación no es tan grave como sucede en la realidad.
Por Hoy.es