Aprueban en tercer debate proyecto que simplifica procesos de trámites para expandir microempresas
Panamá, 24 de septiembre de 2024.- Más del 60% de los pequeños y medianos empresarios serán beneficiados con la Ley de Sociedades de Emprendimiento a fin de establecer sus microempresas, permitiéndole un mecanismo menos costoso, flexible, inclusivo y su entrada a un régimen de seguridad social.
Al darse la firma del tercer debate del Proyecto 24, que modifica artículos de la Ley 186 de 2020, sobre Sociedades de Emprendimiento y Fortalece el Apoyo a los Micro Emprendedores, presentado por el diputado Francisco Brea del 9-3, se da por hecho que se consolida como un instrumento esencial para fomentar la formalización y el desarrollo de nuevos emprendimientos en nuestro país.
De esta manera con 62 votos a favor, 0 en contra y 0 abstención, el pleno consideró importante esta modificación porque elimina la burocracia, aumenta el número de otorgantes y abre el compás para expandir los negocios formales en Panamá.
Esta normativa fue diseñada con la intención de simplificar el proceso de inscripción de una empresa para emprendedores, permitiendo así que estos puedan ofrecer sus productos y/o servicios de manera formal, con una significativa reducción de costos y tiempos administrativos gracias a procesos automatizados.
UN MOTOR CLAVE QUE GENERA EMPLEO, ECONOMÍA Y SOSTENIBILIDAD FAMILIAR
En Panamá, el emprendimiento representa un motor clave para el desarrollo económico y la generación de empleo. Según datos del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) y la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME), se estima que más del 65% de los negocios registrados en el país son micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).
Además, un estudio de la Global Entrepreneurship Monitor (GEM) indica que la tasa de actividad emprendedora en Panamá es del 16.3%, una de las más altas de la región, reflejando un dinamismo importante en la creación de nuevos negocios.
A pesar de estas cifras alentadoras, se estima que más del 70% de los emprendimientos en Panamá operan en la informalidad. Esta situación limita el acceso a beneficios fiscales, financiación formal y otras oportunidades de crecimiento, lo cual impide a estos negocios alcanzar su máximo potencial y contribuye a la precariedad laboral y la falta de protección social para los emprendedores y sus empleados.