Beirut continúa con las heridas abiertas un año después de la explosión en el puerto
La investigación mantiene las incógnitas sobre un suceso que dejó más de 200 muertos, 6.500 heridos y 300.000 desplazados.
Al cumplirse este miércoles un año de la explosión de Beirut, la mayoría de las viviendas que sufrieron daños estructurales están aún sin reconstruir, al igual que importantes elementos de la infraestructura pública que amenazan con provocar una crisis de desechos sólidos si no son rehabilitados.
El 4 de agosto del 2020 cientos de toneladas de nitrato de amonio almacenados durante seis años sin custodiar en el puerto de la capital libanesa se incendiaron y explotaron poco después causando más de 200 muertos, 6.500 heridos, 300.000 desplazados y una gran destrucción en la ciudad. Unos 9.700 edificios quedaron dañados o destruidos, según estimaciones de la ONU.
La reconstrucción debe avanzar ahora en medio de un agravamiento de la crisis iniciada en el 2019, una de las peores a nivel mundial en más de siglo y medio, y que en las últimas semanas ha dejado al Líbano sin apenas electricidad o combustible.
Según el último informe del Sector Humanitario de Refugio, encabezado por Acnur y el Programa de la ONU para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), se han rehabilitado casi todas las viviendas con daños «menores», como cristales rotos o puertas reventadas; entre el 60 y el 70 % de las que quedaron afectadas de forma «moderada» (son 1.172 en áreas «socioeconómicamente vulnerables» a entre 0 y 2 kilómetros del puerto); y solo alrededor de un 10 % de los 1.093 edificios que sufrieron daños estructurales, catalogados como «severos», cuya rehabilitación ha sido «muy lenta», informa Efe.
Las agencias de la ONU, las oenegés y la sociedad civil han rehabilitado colegios, hospitales, clínicas y otras estructuras, de entre las que los edificios patrimoniales se llevaron la peor parte.
Sin causas ni responsables
Además de mantener abiertas muchas de las heridas de la devastación, Líbano conmemora el aniversario de la explosión sin que las investigaciones hayan esclarecido por ahora las causas ni se haya condenado a los responsables, en medio de un creciente resentimiento de los familiares de las víctimas.
Las explosiones estuvieron causadas por las cerca de 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto, según las primeras pesquisas, si bien el juez que encabeza la investigación, Tarek Bitar, no ha descartado otras opciones.
El suceso provocó una oleada de protestas por lo que la población percibe como un reflejo de la mala gestión, la corrupción y la injerencia de los partidos en los asuntos del Estado, lo que derivó en la caída del Ejecutivo de Hasán Diab, quien permanece en funciones por las diferencias para formar el nuevo Gobierno.
Esta situación es reflejo del bloqueo sufrido por las investigaciones, marcadas por las dificultades para citar a declarar a altos cargos del aparato político y de seguridad libanés.
La UE pidió este martes a las autoridades «resultados» sobre la investigación y subrayó que las familias y el pueblo libanés «están esperando respuestas», según señaló el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en un comunicado en el que reafirmó la solidaridad de los Veintisiete con el Líbano.
Fuente: LA VOZ