China mantiene a raya su inflación mientras dispara los precios para el resto del mundo
China por primera vez está contribuyendo al impulso inflacionario global.
La economía mundial está empezando a sufrir el impacto de los renovados vientos proteccionistas que amenazan con transformar las relaciones comerciales que han predominado en las últimas décadas. Los países están empezando a priorizar sus mercados internos, ya sea prohibiendo o limitando la exportación de ciertos bienes que escasean o usando los precios de forma discriminatoria.
Un ejemplo de ambos casos es China. El gigante asiático mantiene a raya su inflación gracias a la contención de precios, algo que no está ocurriendo con las exportaciones. Pekín también ha puesto límites a la exportación de ciertos bienes que ahora son más necesarios que nunca. Cada vez se escucha más esta frase entre los expertos: “El mundo está pagando las decisiones de China”.
Los economistas Chad P. Bown y Yilin Wang, miembros del Peterson Institute for International Economics, señalaban hace unas semanas en una nota que “los últimos movimientos comerciales de China estaban creando problemas para todos en el exterior“. Aunque la guerra en Ucrania está contribuyendo y mucho a generar una crisis alimentaria mundial, no hay que dejar en el olvido los movimientos de Pekín, que sin duda están contribuyendo a esta crisis.
Estos expertos aseguran que “China también ha ordenado a sus empresas que dejen de vender fertilizantes a otros países, para preservar los suministros en casa. No obstante, los primeros pasos en esta dirección comenzaron el verano pasado… Los movimientos de Pekín sobre los fertilizantes son solo un ejemplo del mayor desafío al que se enfrenta el sistema de comercio mundial actual. China se ha convertido en un gran productor, consumidor y comerciante de miles de productos y se beneficia enormemente de la integración en la economía global. Pero la forma de la que está abordando el problema de los fertilizantes, así como muchas de sus otras cuestiones, ilustra cómo el resto del mundo sufre por sus decisiones“, aseguran estos expertos.
Precios divergentes en China
Otro hecho llamativo es la evolución de los precios. Mientras que China mantiene su inflación controlada y muy cerca del 2%, los precios de las exportaciones están creciendo mucho más rápido (alrededor de un 11% en el último año). Alicia García Herrero y Jianwei Xu, economistas de Natixis, han publicado una nota en la que arrojan luz sobre esta divergencia entre precios internos y externos: “La inexistente presión inflacionaria en el interior de China contrasta con el boom de los precios de exportación que están alimentando la inflación global“.
Buena parte del mundo está sufriendo un fenómeno inflacionario que está obligando a los bancos centrales a endurecer sus políticas monetarias (subir tipos de interés y drenar liquidez del sistema) pese a la desaceleración de la economía global. Sin embargo, China es claramente una excepción gracias a una inflación que está relativamente controlada. La inflación subyacente en China se encuentra en el 0,9% interanual, aunque la inflación general ya se ha situado levemente por encima del 2,1% en abril, principalmente por el incremento en los precios de los alimentos y la energía. Esto se debe en parte a que la demanda interna sigue siendo débil, aseguran los expertos de Natixis.
Sin embargo, “lo que resulta más importante para el resto del mundo es que los precios de exportación están aumentando mucho más rápido que los precios internos de China, incluso cuando se comparan con los precios de los productores intermedios. En otras palabras, los fabricantes chinos parecen mantener un margen más amplio cuando exportan que cuando venden en casa“, aseguran estos economistas.
En la misma línea, los datos más recientes recopilados por Natixis muestran que el crecimiento de las exportaciones de China se explica cada vez más por el aumento de precios y no tanto por el volumen.
El papel de China en la economía mundial ha cambiado
Aunque esta decisión parezca lógica, la globalización había llevado a que muchas empresas y países priorizaran el mercado exterior, por lo que no era nada extraño ver a empresas vendiendo sus bienes y servicios a un precio más atractivo en el extranjero. Es más, la Organización Mundial del Comercio y los tribunales internacionales han estado años lidiando y combatiendo las estrategias de dumping, que consisten en vender bienes o servicios a otros países a un menor precio que en el mercado interior o incluso hacerlo a pérdida para eliminar a la competencia.
Los economistas de Natixis concluyen que “la nueva tendencia contrasta con el papel que ha jugado en los últimos años China como amortiguador del traspaso de la inflación mundial. En otras palabras, asociar a China con presiones desinflacionarias gracias a sus bajos precios de exportación ya no tiene sentido… En otras palabras, China parece estar contribuyendo al impulso inflacionario mundial más allá de los problemas logísticos“.
Fuente eleconomista.es