En pandemia más de 5 mil voluntarios han salido a la calle a transformar espacios comunes en entornos amigables
El Mides ha desarrollado más de 400 acciones comunitaria que les ha refrescado la cara a muchas comunidades. Este ejercicio ciudadano también ha beneficiado al medio ambiente con limpiezas de playa y siembra de árboles.
La pandemia no ha frenado el poder que imprime el voluntariado. Prueba de ello es que en los últimos dos años un sinnúmero de escuelas, comedores, parques, bibliotecas, clubes cívicos y Casas Hogares se han beneficiado con el trabajo de 5 mil ciudadanos que han aportado su tiempo, conocimientos y experiencias para mejorar estos entornos y refrescar así la cara de muchas comunidades.
Se trata de panameños y extranjeros entre los 14 y 85 años, que se han sumado al Servicio Nacional de Voluntariado del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). En el mismo periodo estos héroes anónimos han logrado desarrollar más de 400 acciones comunitarias en todo el país.
Los trabajos de estos voluntarios también están relacionados a la conservación del medio ambiente a través de la limpieza de playas, áreas verdes y siembra de árboles entre otras tareas que fomentan una relación amigable con el ecosistema.
A pesar de la pandemia se han logrado avances significativos. A la fecha se han instalado Comités de Voluntariado Comunales en las siguientes regiones: 3 en la provincia de Los Santos; 2 en Veraguas; 2 en la Comarca Guna Yala; 1 en Chiriquí, 1 en Bocas del Toro; 1 en Coclé y 1 en el corregimiento de Curundú en el distrito de Panamá.
La instalación de estos comités ha permitido intervenir espacios comunes con convocatorias que han congregado a más de 100 personas que han pintado y remodelados espacios comunes con la participación de extranjeros, entre ellos, colombianos, chilenos, costarricenses y venezolanos.
Jeremías Aguirre tiene mucho que contar de su experiencia. Decidió salir a la calle a entregar vales físicos, bolsas de comida y fórmulas de leches en un momento complicado. La pandemia había paralizado el transporte público, así como el comercio, escuelas, cines, teatros, actividades deportivas y recreativas. En ese momento salir a la calle era correr el riesgo de contraer la Covid-19, pero esta acción valiente y desinteresada permitió a miles de familia vulnerables acceder a comida y medicamentos.
Aguirre, un estudiante de ingeniería electromecánica, aseguró que lo movió la compasión por aquellos que tienen menos. En su opinión el voluntariado no es una carga extra, sino un generador de equilibrio dentro y fuera del trabajo cuyos frutos se empiezan a percibir desde el momento en que se comienza a ejercer.
Para la ministra de Desarrollo Social, María Inés Castillo, el voluntariado genera beneficios en ambos sentidos, los espacios públicos se renuevan al tiempo que los ciudadanos adquieren sentido de pertenencia sobre sus entornos.
Castillo reconoció que el coronavirus paralizó la rutina de los panameños, pero desató una cadena de buenas acciones que evidenció lo mucho que los ciudadanos están dispuestos hacer por otros. Agregó que este ejercicio ciudadano es una carta abierta para establecer alianzas donde los ciudadanos son los protagonistas.
Y algo importante es que esta labor ad honorem tiene una estrecha vinculación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, principalmente con los ODS 11, 13, 14 y 17, que buscan un mundo más justo para todos.
El director de Voluntariado del Mides, Daniel Gómez Nates, explicó que el programa ha permitido capacitar a los participantes en temas relevantes como la prevención de enfermedades de transmisión sexual, liderazgo, igualdad de género y programas de prevención contra la violencia.
Una de las experiencias de éxitos son las que se han logrado en el corregimiento de El Chorrillo, donde más de 40 jóvenes incursionaron en talleres de teatro que les permitió expresar su diario vivir a partir de escenas recreativas.
Gómez Nates adelantó que en el 2022 se realizará un voluntariado infantil con estudiantes de las escuelas primarias Manuel José Hurtado, República de México y otros centros que fomentarán en los pequeños esa participación ciudadana que generan cambios colectivos. Lo interesante de este programa es que involucrará a los padres de familias que junto con sus hijos realizarán tareas sociales.
Alianzas estratégicas con un fin común
El voluntariado también ha alcanzado a la academia. Entre junio de 2019 y octubre de 2021 se han logrado alianzas estratégicas con las universidades de Panamá, Americana, Especializada de las Américas, entre otras. Estos acuerdos han permitido que más de 500 estudiantes y profesionales como psicólogos, trabajadores sociales, y otros brinden parte de su tiempo en beneficio de la ciudadanía.
Esta colaboración les ha permitido a universitarios de psicología, gerontología y de carreras afines aportar sus conocimientos al servicio de adultos mayores que requieren de atenciones y cuidados especiales.
Un ejemplo de lo que se ha ganado con estas colaboraciones se puede observar con la universidad de Udelas. El decano de Vida Estudiantil de esta universidad, Eric García González, indicó que el voluntariado les ha imprimido valores humanos y morales a los estudiantes, una cualidad que los hace mejores seres humanos y profesionales.
A consideración del decano, para los estudiantes recién graduados donar horas de trabajo le ayuda a desarrollar un bienestar mental, un sentido de responsabilidad y contribuir al desarrollo social del país.
Según un nuevo estudio del Journal of Occupational and Environmental Medicine, las personas que se ofrecen como voluntarias mejoran la conciliación de la vida laboral y familiar. Y quienes han participado de algún proyecto de voluntariado se descubrieron como los profesionales menos estresados y propensos a sentirse agotados en el trabajo.