Investigadores panameños comparten resultados y descubrimientos científicos logrados en Cerro Chucantí
Panamá, 20 de junio de 2024.- La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), en conjunto con la Asociación Adopta Bosque, realizaron el Café Científico: Investigación y conservación en la Reserva Natural Privada Cerro Chucantí, en el que se brindaron detalles de algunos de los proyectos de investigación científica que se desarrollan en el lugar y cómo han ayudado al descubrimiento de nuevas especies de animales y plantas en el país.
El Café Científico contó con la participación de seis biólogos miembros de la Asociación Adopta Bosque, propietaria de la Reserva Natural Privada Cerro Chucantí. Ellos fueron Chelina Batista, directora de ciencias de Adopta Bosque, el candidato a doctor Jorge Garzón; el tesista Josué Justo, la tesista Carolina Mitre-Ramos y los biólogos Macario González y Melquiades Castillo.
Cerro Chucantí se encuentra en la Serranía de Majé, entre las provincias de Panamá y Darién, y es conocido como un sitio de endemismo de plantas y animales. Esta reserva está aislada de otros sitios con altas elevaciones y cuenta con características propias de un bosque nuboso. Su punto más alto está a 1,439 metros sobre el nivel de mar.
Batista explicó de qué se trata la reserva natural y cuál es su política de investigación y conservación. Indicó que el Cerro Chucantí también ha sido declarado “Área Importante para las Aves” por la Sociedad Audubon Panamá y “Área de Alta Prioridad para las Aves Endémicas del Mundo” por Birdlife International, debido a la presencia de especies como el Subepalo Bello (Margarornis bellulus) y Solitario Variado (Myadestes coloratus).
De igual forma, apuntó la bióloga, Cerro Chucantí se ha convertido en el hábitat de múltiples especies de vertebrados como el Mono Araña Negro (Ateles fusciceps rufiventris) y el Pavón Grande (Crax rubra), cuyas poblaciones están disminuyendo debido a la pérdida de hábitat y la caza.
Jorge Garzón destacó que al aislamiento geográfico de la reserva se le atribuye el alto endemismo. Sin embargo, existen pocos estudios en organismos como las aves. De acuerdo con sus estudios, entre las especies endémicas se encuentra el solitario variado Myadestes coloratus, considerada como “Casi Amenazada” por la IUCN Red List.
Garzón añadió que estudios preliminares a nivel molecular revelaron una ligera diferencia entre las poblaciones de esta especie que habitan en Cerro Chucantí y Cerro Pirre; sin embargo, el tamaño de muestras era limitado. Por tal motivo, Garzón realiza un estudio más detallado en el que aumentó el tamaño de muestras de ADN e incluyó medidas morfológicas de individuos representantes de estos sitios y Cerro Tacarcuna, donde también se encuentra esta especie, en búsqueda de posibles variaciones debido al aislamiento geográfico.
Los primeros resultados indican que la población de Cerro Chucantí es diferente de las poblaciones de Cerro Pirre y Tacarcuna, tanto a nivel molecular como en algunos caracteres morfológicos. Estos resultados podrían ayudar a entender como el aislamiento geográfico contribuye a la formación de especies en Cerro Chucantí y aplicar este modelo de estudio en otras especies endémicas que habitan el sitio.
Por su parte, el tesista de biología con especialidad en zoología, Josué Justo, estudia la diversidad de aves en tres niveles altitudinales dentro de la reserva. Entre los objetivos del estudio está listar las especies de aves encontradas por nivel altitudinal, determinar la abundancia y riqueza de avifauna y analizar la relación entre la abundancia de individuos y el hábitat. Justo utiliza los métodos de observación y captura con redes ornitológicas, realizando muestreos en distintas temporadas.
Este estudio es crucial debido a la escasez de datos previos sobre la avifauna local y porque las aves, al ser un grupo megadiverso y ampliamente estudiado, sirven como indicadores clave del estado de conservación y de los efectos del cambio climático. La información obtenida permitirá reconocer factores que afectan el desplazamiento de las aves y orientar los esfuerzos de conservación.
Carolina Mitre – Ramos, estudiante tesista de biología con orientación en zoología en la Universidad de Panamá, trabaja en Chucantí junto con un equipo de investigadores integrado por la Dra. Ninon Meyer, el Mgtr. Josué Ortega y el Dr. Roland Kays, desarrollando el proyecto “Estado de las poblaciones de vertebrados terrestres y arbóreos, mediante el uso de cámaras trampa, en Cerro Chucantí, Darién, Panamá”, financiado por la Senacyt.
Mitre – Ramos, investigadora principal del proyecto, indicó que entre los hallazgos y especies más comunes de observar en el dosel del bosque de Chucantí se encuentran los primates, como el mono araña negro del Darién (Ateles fusciceps), el mono cara blanca (Cebus capucinus) y el mono aullador (Alouatta palliata). Otras especies que presentaron una gran presencia en el dosel son el puerco espín (Coendou quechua), el kinkajú (Potos flavus) y la zarigüeya lanuda (Caluromys derbianus).
Mientras que en el suelo destacan el ñeque (Dasyprocta punctata), el pavo (Crax rubra) y el armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus). La reserva también alberga las seis especies de felinos registradas en Panamá, entre ellos jaguares (Panthera onca) y pumas (Puma concolor), además de documentar otros mamíferos como el hurón (Eira barbara), el coyote (Canis latrans), los olingos (Bassaricyon gabbii) y los zorros cangrejeros (Cerdocyon thous). Uno de los momentos más emocionantes de este estudio, destacó la investigadora, fue capturar, por primera vez, una fotografía de un jaguar dentro de la reserva.
En tanto, el biólogo Macario González-Pinzón, señaló que, por su ubicación, el Cerro Chucantí es un sitio lleno de maravillas, con una variedad de hábitats que albergan una gran diversidad de Herpetofauna, conteniendo al menos unas 115 especies entre anfibios y reptiles, lo que supone un 20% de toda la Herpetofauna del país.
El sitio ha sido lugar del descubrimiento de muchas especies nuevas para la ciencia, entre las cuales destacan ranas, salamandras, cecilias, lagartijas y serpientes. Y aún se siguen encontrando nuevas maravillas con cada expedición, destacó el investigador.
Y el biólogo Melquiades Castillo, director de la fundación Isthmian Bats, abordó sus hallazgos más recientes sobre las especies de murciélagos que habitan en la reserva y explicó el papel crucial de los murciélagos en el control de insectos, la polinización de plantas y la dispersión de semillas. Castillo también puntualizó los desafíos de conservación que enfrentan sitios como la reserva de Chucantí debido a la deforestación y el cambio climático.