La ciudad de Nueva York sufre un brote de una rara enfermedad relacionada con ratas
Al menos 15 casos de leptospirosis que resultaron en 13 hospitalizaciones y una muerte mantienen en alerta a las autoridades sanitarias locales.
Una rara enfermedad afecta a la ciudad de Nueva York y la orina de rata fue señalada por las autoridades locales como la causa detrás del brote. A la fecha, se ha reportado una muerte y al menos 15 casos de la enfermedad de Weil, o leptospirosis, en la Gran Manzana.
Entre 2006 y 2020, solo se detectaron 57 casos de la enfermedad en Nueva York. Los 15 contagios registrados en lo que va de 2021 representan más del 25 por ciento del total durante la década y media anterior.
La afección se transmite de animales a humanos y es probable que las personas contraigan el virus a través del contacto con la orina de ratas infectadas.
No se sabe exactamente por qué está ocurriendo el brote este año, aunque algunos expertos aseveran que el aumento de las temperaturas y otros factores relacionados con el clima podrían estar influyendo.
La enfermedad de Weil, del tipo bacteriana, se transmite a través de la orina de animales infectados. Una persona puede infectarse cuando entra en contacto con el líquido urinario del animal afectado a través de los alimentos o el agua.
Se sabe que los animales que pueden transmitir la enfermedad a los humanos incluyen vacas, cerdos, caballos, perros y roedores, como las ratas, según precisaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
En relación a los síntomas, pueden aparecer abruptamente de dos días a cuatro semanas después de que una persona se expone a la bacteria y, a menudo, incluyen fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, dolor abdominal y diarrea, entre otros.
Algunas personas infectadas incluso reportan padecer ictericia, una afección en la que la piel y los ojos de una persona se vuelven amarillos.
Qué es la leptospirosis
Se trata de una infección bacteriana apodada ‘enfermedad de Weil’ por el científico alemán que descubrió a finales del siglo XVII.
Los seres humanos pueden infectarse con la enfermedad después de entrar en contacto con la orina de animales como vacas, cerdos, caballos, perros y ratas. La enfermedad puede ocurrir en dos fases, con la primera ola relativamente menor que presenta síntomas similares a los de la gripe e ictericia, entre otros. La segunda fase es más grave y puede provocar insuficiencia renal o hepática, o la muerte.
Se reportan alrededor de 100 a 200 casos en los EEUU. Cada año, aunque la mayoría se encuentra en Puerto Rico, no en el continente. Los síntomas desaparecerán, pero en los casos más graves volverán por una segunda fase, más grave.
Un estudio publicado por los Institutos Nacionales de Salud en 2015 estimó que hay más de un millón de casos de la enfermedad en todo el mundo y 58.900 muertes por año.
Sin embargo, es poco común en los EEUU, con solo 100 a 200 reportados cada año, la mayoría ocurre en Puerto Rico.
El Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York emitió una advertencia el 22 de septiembre último sobre el repentino aumento de la enfermedad.
La advertencia señala que la enfermedad ha sido detectada en cuatro de los cinco condados de Nueva York, en donde solo Staten Island ha esquivado la leptospirosis hasta ahora, y 13 de los 14 casos reportados en ese momento resultaron en hospitalización.
Los funcionarios de salud identificaron un caso de una persona que contrajo la enfermedad durante el viaje. Los demás, sin embargo, estaban vinculados a graves infestaciones de ratas en la ciudad. Tres de los casos ocurrieron entre personas sin hogar.
Según datos locales, hay alrededor de 2 millones de ratas marrones que viven en Nueva York. Eso es aproximadamente una cuarta parte de la población humana de la ciudad. Las autoridades gubernamentales recibieron más de 20.000 quejas de infestaciones de ratas desde enero de 2021, un aumento del 20 por ciento desde el año pasado.
Los funcionarios de salud están trabajando para eliminar las infestaciones de ratas en la ciudad para evitar que la enfermedad se propague aún más. No se puede determinar por qué exactamente está ocurriendo un brote de leptospirosis ahora, pero pueden estar en juego factores ambientales. La bacteria que causa el virus prospera en temperaturas más cálidas que se están volviendo más comunes en la ciudad.
“Las bacterias pueden persistir en ambientes cálidos y húmedos. Los cambios en las condiciones climáticas que permiten que las bacterias persistan (condiciones climáticas más cálidas y húmedas) podrían contribuir a un aumento de los casos humanos”, advirtieron desde el departamento de salud.
En la Argentina
La incidencia de casos confirmados de leptospirosis en 2014 fue de 0,32/100 000 habitantes, mayormente detectados en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos. Los serogrupos circulantes más prevalentes fueron Icterohaemorrhagiae, Sejroe y Canicola.
Alrededor de 10 millones de personas en el mundo, así como un gran número de animales de compañía, resultan contagiados anualmente por la leptospirosis, una enfermedad zoonótica, es decir, que se puede transmitir de animales a seres humanos a través del contacto con orina o sangre de ratas, perros o ganado infectado y que, hoy por hoy, se encuentra dentro de las 5 con mayor potencial epidémico por su amplia distribución en el mundo y su relación entre especies.
Ante ello, la vacunación es una defensa esencial para proteger a los animales de compañía y evitar el contagio, así como la propagación de la enfermedad. Especialmente en la actualidad, donde el ser humano ha ido poblando sectores en los que viven especies silvestres. Ello, sumado al cambio climático y las ya cada vez más habituales inundaciones o deslizamientos de terreno, puede provocar que nosotros y nuestras mascotas estemos en mayor riesgo de contacto con esta peligrosa bacteria.
La leptospirosis no solo se presenta en perros o gatos, pues también se pueden infectar a muchos otros animales, tales como vacas o cerdos. Esta bacteria también puede afectar a animales silvestres como liebres, jabalíes, ciervos, guanacos, huemules, entre otros; incluso, a seres humanos, quienes se infectan por contacto de la piel con heridas abiertas o mucosas con aguas contaminadas con el patógeno Leptospira.
Por Infobae