La sociedad mexicana busca a sus casi 100.000 desaparecidos en fosas clandestinas
Hay casi 100.000 desaparecidos y 5.000 fosas clandestinas en todo el país.
La VI Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos, que reúne a colectivos de todo el país, ha destapado un nuevo cementerio clandestino del crimen organizado en el estado de Morelos, a hora y media de la capital.
Desde inicios de la semana, trabaja en los terrenos de una antigua mina que parece estar sembrada de huesos. De momento, han encontrado restos óseos en siete puntos diferentes, pero creen que podría haber decenas de cuerpos sepultados en un área de unos 3.000 metros cuadrados.
Un chivatazo llevó a los colectivos de búsqueda hasta una zona rural del estado del municipio de Yecapixtla, en el estado de Morelos. Escondida entre campos de sorgo, una antigua mina de arena parecía encajar con la vaga descripción que les dio el informante anónimo.
“No nos dio un punto exacto, nos habló de un lugar como este de grandes dimensiones” explica Yadira González, integrante del equipo que hace de avanzadilla de la Brigada. A primera vista, la superficie era irregular y la tierra parecía traída de otro lugar. Sus sospechas se confirmaron en cuanto empezaron a trabajar sobre el terreno.
El lunes, la primera jornada, se saldó con tres hallazgos, al día siguiente hubo uno más, y el miércoles se confirmaron otros tres. Todos en diferentes puntos, pero concentrados en dos zonas que distan unos 50 metros. Una a los pies de la colina mordisqueada por la mina y otro junto al río que la rodea. Entre medias y a los lados, queda mucho terreno por peinar.
“Estamos hablando de que el informante nos dijo que son alrededor de 50 cuerpos los que vamos a encontrar allí“, advierte Yadira, que apunta a que toda la orilla del río ha sido rellenada con tierra.
“Los montículos son altos y la profundidad a la que encontramos los restos no lo era. Creemos que debajo puede haber más cuerpos“
El país de las 4.000 fosas
El hallazgo de fosas clandestinas es algo tristemente cotidiano en México. Según las últimas cifras oficiales, actualizadas a 17 de septiembre, se han encontrado en el país 4.806 fosas clandestinas con 8.202 cuerpos.
Es relativamente frecuente también que aparezcan “narcocementerios”, lugares donde el crimen organizado hace enterramientos.
Últimamamente, las familias y los medios locales hablan de ellos como “campos de exterminio”. En la mina de Yecapixtla, ya se ha usado esa palabra. Es pronto para saberlo.
Los protocolos de búsqueda oficiales y los usos y costumbres de los colectivos mandan que el trabajo se haga con pico y pala, pero esta vez, para avanzar a buen ritmo, no han tenido más remedio que alquilar una retroexcavadora. Abren zanjas de un metro de ancho y tres de profundidad, como si fuera una sección en el terreno, en busca de cualquier indicio. El más revelador: una capa de cal. Todos los restos recuperados en este punto hasta el momento estaban recubiertos con esta sustancia.
En la jornada del miércoles, desenterranon un hueso pélvico y, al menos, dos fémures. Cada hallazgo, estremece a las madres, que se unen en círculo para rezar. Una de ellas, Xóchitl, da gracias al señor por este nuevo “tesoro” recuperado.”Bendito sea”, repiten algunas, cabizbajas. Otra se abraza entre lágrimas a Yadira: “¿Cuando vamos a encontrar a mi hijo?”, le pregunta sin ningún ánimo de reproche.
El momento posterior al “positivo” suele ser agridulce. Hay satisfacción, casi dicha, porque están allí para eso, para que el hueso encontrado lleve algo de paz a las familias de algunos de los más de 93.000 desaparecidos que hay en México. Pero hay también dolor, mucho dolor, porque ese hueso podría ser el de un hijo y ninguna madre quiere ver así a su hijo, hecho pedazos, bajo tierra.
Por ÍÑIGO HERRÁIZ/rtve