Las 500 a Pánfilo Patricio
Por: Boris O. Núñez V.
El Presupuesto General del Estado (PGE) para la vigencia 2022, se define como instrumento de política pública “para facilitar el desarrollo económico y social”, tal como nos lo señala el proyecto de ley No. 637 presentado ante el pleno de la Asamblea Nacional por parte del Ministro de Economía y Finanzas el 29 de julio de 2021.
Si se llega a aprobar en el próximo mes de octubre, tal como fue presentado, el PGE para el año 2022 ascenderá a la astronómica cifra de B/. 25,126.6 millones, la cual podemos analizarla, desde el punto de vista de lo que generamos como país, nuestro en lo que el Estado percibe por la vía del ingreso, ya sea tributario o no tributario; y por el otro lo que generamos como gasto, nuestra deuda.
Nuestras principales fuentes de recaudación provendrán en el 2022 de lo que pagaremos en concepto de: 1. Impuesto sobre la Renta (ISR) B/. 2,500 millones; 2. Autoridad del Canal de Panamá B/. 2,400 millones; 3. las Utilidades de las Empresas estatales B/. 2,100 millones; 4. Impuesto sobre la Transferencia de Bienes y Servicios (ITBMS) B/. 1,580 millones; 5. Impuesto de la Producción, Venta y Consumo Selectivo B/. 1,005 millones; y 6. las tasas y derechos B/. 938.9 millones.
Mientras que nuestros principales gastos van dirigidos, en orden de prioridad, 1. al desarrollo de servicios sociales como educación, salud, transporte, empleo, ambiente, entre otros B/. 11,000 millones; 2. al servicio del pago de la deuda pública (interna y externa) B/. 4,000 millones; 3. B/. 3,900 millones a servicios financieros; 4. B/. 3,100 millones a servicios generales; 5. B/. 1,560 millones a infraestructura pública; y 6 B/. 875 millones para el fomento de la producción y desarrollo ambiental y tecnológico, juntos.
Coloquemos no en un imaginario que deberá ocurrir a partir de enero de 2022, y del cual solo nos falta recorrer prácticamente los tres últimos meses del año 2021.En este tramo final, en el cual como país hemos avanzado en el proceso colectivo de vacunación gracias a la conciencia general que ha formado la mayoría de panameños que acogimos las medidas de bio seguridad y la confianza en nuestro equipo de enfermeras que se han echado al hombro el esfuerzo de inmunizar a los miles y miles de panameños.
Nos corresponde a cada uno de los ciudadanos de este país, Pánfilos o Patricios, trabajadores o empleadores; deudores o acreedores; consumidores o agentes económicos; colonos o terratenientes; Gobierno o Ciudadanos, lograr un consenso consciente de que nuestro país, no puede continuar desangrándose de “juega vivo”, “quítate tu, pa ponerme yo”, de coimas, de aumentos de precios injustificados, de avaricia, “de que hay pa mi”.
El escenario próximo que vamos a enfrentar como nación se cierne sobre una crisis global en la cadena de suministros por la crisis de contenedores, una gravísima ola migrantes en dirección hacia Norteamérica que nos merma recursos en aras de la protección de derechos humanos, la evolución de las variantes del COVID-19 que nos amenaza con una cuarta ola de casos y defunciones, más los retos ambientales, de educación, salud, Caja de Seguro Social y ausencia permanente de una política integral en tecnología, cultura y deporte que atraiga a nuestra juventud y la aleje del mal vivir.
Panamá se verá ante un futuro próximo complicado, y debemos apoyarnos más en las coincidencias de nuestros intereses que en aquellas posiciones que nos dividen.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.
(Este artículo es responsabilidad de su autor)