Las 500 a Pánfilo Patricio – Candidatos a diputados y ¿sus agendas legislativas?
La institución del Senado aparece en la historia de la humanidad durante el inicio de la civilización romana a partir del año 753 a.C., principalmente como órgano asesor y consejero del Rey durante la época monárquica en la fundación de Roma. Con posterioridad durante el desarrollo de la República e Imperio Romano, el Senado mantuvo su función principal de asesorar a las autoridades magisteriales e imperiales hasta el final de la caída del Imperio Romano de Oriente.
Con posterioridad, con la teoría de la separación de los poderes de Montesquieu, y los valores inspirados a partir de la Revolución Francesa, la función del senado adquiere mayor relevancia y funcionalidad frente al poder autoritario del gobernante. Su más importante función es establecer la arquitectura jurídica del Estado moderno. La creación de leyes y normas jurídicas que configuran las bases del Estado de Derecho. Eso exige de parte de los integrantes de los Senados, Asambleas, Cámaras o Parlamentos la competencia y la capacidad intelectual, emocional y técnica de cómo crear leyes y hacerlas funcionales.
Una de las mayores críticas, que durante los últimos quince años se le atribuye a la Asamblea Nacional de Diputados en Panamá, es que la conformación de este órgano del Estado, en una cantidad numerosa de diputados, se caracteriza en que están dedicados a cualquier cosa, menos a legislar.
Legislar significa, estructurar con un entendimiento filosófico, un cuerpo normativo de principios generales e instituciones jurídicas que adquiere vigencia positiva y busca regular el comportamiento humano frente a un contexto social. Crear una ley no se agota con ocupar una curul y simplemente levantar la mano porque le dijeron al diputado que había que votar en tal o cual sentido como ocurrió recientemente en el caso de la Ley 406 que aprobó el Contrato Minero inconstitucional.
No hace falta ser abogado para saber legislar, porque si fuese así muchos diputados que están graduados de la licenciatura en derecho y ciencias políticas, hubiesen demostrado un mejor desempeño del que se ve en muchos proyectos de leyes. Lo que se necesita para legislar es conocimiento del Derecho como ciencia, criterio propio, carácter, pensamiento crítico, habilidades emocionales en el manejo de crisis, visión holística del escenario nacional e internacional y una coherencia congruente de actos y discurso con respecto al rol que ejerce como diputado de gobierno o de oposición.
Ante los desafíos que se avecinan para el periodo 2024-2029, C.S.S., alta tasa de desempleo, falta de servicios públicos de agua, energía eléctrica, y telecomunicaciones, deuda pública, constituyente, embalses de Río Indio, desempleo juvenil, políticas públicas en salud, la oferta de candidatos al cargo de diputados se está destacando por una ausencia de agenda legislativa y más bien pareciera una pasarela de ricos y famosos.
Un llamado a la sapiencia de todos los candidatos a diputados a nivel nacional, en especial a los que forman parte de la alianza de “Un Panamá Mejor” que promueve el plan de gobierno de Cambio Democrático y Partido Panameñista, es que presenten una agenda legislativa coherente entre las necesidades de sus electores y las propuestas de los planes de gobierno del candidato presidencial, ya que será importante presentarle al electorado, de llegar a ser diputados de la nación, cómo aterrizar las propuestas de campaña con sus iniciativas legislativas respecto a la visión de país que presentan los candidatos presidenciales.
“Vive honestamente, no le cause daño a nadie y dele a cada uno lo suyo”.