Las 500 a Pánfilo Patricio – El año de Hidalgo
El 7 de junio de 2023, compareció ante el plenario del Consejo de la Concertación Nacional, el Ministro de Economía y Finanzas, Don Héctor Alexander, exponiendo a los sectores que conforman esta mesa de diálogo, establecida por la Ley No. 20 del 2008, un balance de la situación económica del país.
En esta ocasión al presentarse el máximo jerarca de las finanzas públicas, la expectativa que generó fue la de ubicarnos dentro de la realidad financiera y económica de Panamá. Describió las situaciones extremas en la toma de decisiones durante los escenarios que atravesó desde la toma de posesión en el año 2019, pasando por la crisis generada durante la pandemia del COVID-19 y los momentos actuales autoproclamados como de recuperación del crecimiento económico del país.
Ciertamente la presentación del Señor Ministro Alexander, más allá del morbo generado por la intervención desafiante de uno de los miembros que componen los sectores integrantes de la Concertación, fue bastante frondosa en información, que a una simple y superficial vista, podría interpretarse como propia de una administración exitosa. A criterio del Ministro, el éxito económico que se reputa el gobierno nacional, se debe a un manejo “responsable” de la deuda pública, compuesta por lo que el Estado adeuda desde la finalización de la administración Varela, en el pago a proveedores locales y los compromisos internacionales generados por la emisión de títulos valores consistentes en bonos Panamá.
Uno de los datos confesados ante el pleno de todos los sectores sociales y productivos de la Concertación Nacional por parte del Ministro, es que la administración Cortizo se sostuvo y mantuvo con una política macroeconómica de endeudamiento. En el 2019, los compromisos por deuda, fueron alrededor de $31,000 millones de dólares, y luego de 4 años de gestión, se sitúa en $44,000 millones de balboas, sin que se pueda señalar con precisión dónde podemos identificar en qué se invirtieron trece mil millones de dólares.
En términos muy generales, sin puntualizar de qué manera hemos generado ahorro, lo que nos mostró el Ministro de Economía y Finanzas ante la faz del país, es un culto muy personalísimo y narcisista, que ensalza las decisiones en materia económica. Se autocalifica, durante el periodo 2019-2023, como exitoso, dado que a pesar de haber recibido un gobierno, con un alto endeudamiento durante el gobierno del expresidente Varela, con una alta carga de pago a proveedores y compromisos de Bonos del Estado a nivel internacional, es un logro financiar la deuda con más deuda.
En ningún momento de su intervención, explicó cuáles fueron los resultados en ahorro, de la contención del gasto decretada en el 2020, y aplicada a los funcionarios de altos mandos; no explicó a pregunta que le formulamos, cuánto ahorro se generaría a partir de una política de disminución de exoneraciones, créditos fiscales y exenciones aplicadas a sectores como la minera, zonas libres, empresas multinacionales y regímenes especiales en el que el Estado no percibe ningún tipo de ingresos por vía de tributos. Otra pregunta pendiente de responder por parte del Ministro fue, cuál va a ser la filosofía o principios rectores en la formulación del Presupuesto General del Estado para la vigencia fiscal 2024, el año de Hidalgo, si va a evitarle al próximo gobierno, las mismas cortapisas y obstáculos que él enfrentó.
La importancia de este informe presentado a la Nación no estriba en lo que trató de deslumbrarnos si no, todo en lo que guardó silencio.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.