Las 500 a Pánfilo Patricio – Juntas de Desarrollo Local, nueva visión y metas para un nuevo año
Septiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre, recta final del 2024 y lo que queda de tiempo es para cerrar ciclos, finalizar proyectos y planificar los nuevos objetivos para el próximo 2025. Este último cuatrimestre del año es el momento para hacer un alto en el camino o un giro de timón, reexaminando los aciertos y errores en la meta anual.
Si a nivel personal, familiar y empresarial nos planteamos una hoja de ruta en los 365 días que resulta la vuelta al sol, para mejorar en un año, nuestras condiciones de calidad de vida a nivel individual o simplemente para sobre vivir al caos que resulta de la desidia gubernamental y administrativa en la que nos sumerge el servicio público, ¿qué hay que hacer para que a nivel de sectores comunitarios, juntas de desarrollo local y juntas comunales, hagamos coincidir objetivos e intereses comunes que nos permitan alinearnos a un resultado puntual que buscamos?.
En cada una de nuestras comunidades de juntas de desarrollo local, siempre hay una tarea pendiente por resolver. Problemas de basura, seguridad, desempleo, educación, salud, y demás que conocemos. Sin embargo, uno de los problemas que prolongan la ansiedad y angustia que se generan en el ciudadano de a pie, es precisamente el desinterés de participar e involucrarse en causas comunes y en la solución consensuada de esos mismos flagelos.
No es fácil generar consensos y menos entre tantas dificultades acumuladas y compartidas que promueven barreras en nuestro don del entendimiento que como ciudadanos poseemos, sin embargo, el primer paso para generar un clima propicio de aporte de respuestas a la profunda crisis de valor que se ha generado desde las entrañas de un Estado ausente y sedicioso heredado, es la de construir una visión común sobre el resultado y objetivos que se buscan.
Esto requiere desarrollar individualmente la disposición de escuchar activamente, comunicar conectándose con esa parte emocional y razonable de cada persona, y negociar basándose en los intereses comunes que compartimos entre todos los ciudadanos, que formamos parte de una junta de desarrollo local, para que desde la base política del Estado, el cual es la fuerza de los barrios, los cambios que se necesitan se gesten desde abajo hacia arriba.
Este fin de año, con un nuevo gobierno de políticos ya conocidos desde antaño, se vienen debates y discusiones de interés nacional, y en cada junta de desarrollo local y de barrio, es pertinente que los ciudadanos nos organicemos para promover los aportes que se quieren lograr y no abandonar a la suerte, la conducción del Estado, que lo han desgreñado lenta y constantemente, quienes por años no comparten los mismos intereses y necesidades de los que viven en la base de nuestra sociedad. Los que se encuentran en la cúpula de la pirámide social y económica en Panamá, no coinciden en las mismas necesidades e intereses de la gente que se encuentra en su base, en los barrios.
Hay que organizarse y construir en base a intereses comunes que acerquen y unifiquen a ambos extremos de nuestra sociedad, desde las Juntas de Desarrollo Local.
“Vive honestamente, no le cause daño a nadie y dele a cada uno lo suyo”.