Las 500 a Pánfilo Patricio – La educación: Objetivo trascendental ante los desafíos globales
La globalización, fenómeno económico, social, cultural y político a nivel mundial, que por la década de 1990, termina consolidando la supremacía de los reales protagonistas de los mercados de bienes, servicios y capitales, que no resultan ser los Estados, si no organizaciones, personas naturales y personas jurídicas que mantienen el control en el comercio internacional, y que ahora con los avances en la ciencia, la tecnología y la inteligencia artificial, cada vez reduce la importancia económica de los Estados y realza los liderazgos geopolíticos.
Es así, que este mundo que vivimos, confrontado por el acaparamiento de los recursos naturales, que permitan la sostenibilidad de la supremacía geopolítica de estos actores globales, observamos una polarización de extremo a extremo.
Por un lado, las economías consolidadas por el proceso globalizador, como las europeas, occidentales, y norteamericanas que mantienen la cercanía con sus países “aliados” que les aseguran una sostenibilidad de recursos naturales en el hemisferio sur; y por el otro extremo, nos estamos percatando, que ese mismo proceso globalizador, le ha abierto la puerta de oportunidades a economías grandes, emergentes y fuertes como las rusa, china, hindú y otras, que están abriendo caminos de penetración, también en las naciones de países en vía de desarrollo o menos adelantados “vírgenes” y llenos de recursos naturales, y de muy baja producción científica y educativa.
En el medio de esta realidad dual, países en vías de desarrollo, que tratan de liberarse de las cadenas del pasado y de la dependencia, hacen sus mayores esfuerzos para dar un salto cuantitativamente grande, apostando al crecimiento económico y la atracción de inversiones, lo cual no está mal, si el objetivo es llegar velozmente, al primer mundo. Sin embargo, no es cuan rápido se llega a la meta, si no cuan más lejos podemos mantenernos, una vez que se llegue.
Panamá, como el resto de los países de la región, están apostando como siempre, a la atracción de inversiones y fortalecer las ventajas competitivas que, siendo un país que explota su posición geográfica como principal activo en logística y conectividad del mundo, mantiene el robustecimiento de las mismas zonas económicas (transístmica y metropolitana), focalizando en ellas, la mayor cantidad de recursos económicos.
Hoy día se mantienen en la supremacía de la economía global, las corporaciones y empresas que maniatan la producción de bienes, servicios y capitales, y los Estados políticamente garantizan ese control, La apuesta de las grandes naciones consistió en desarrollarse integralmente y redefinir su visión de país, en un plan nacional de desarrollo a largo plazo, que les pautara la transformación de su población de acuerdo a objetivos trascendentales.
La educación en qué y para qué transformar la mente de la población, debe ser considerado a nivel de objetivo trascendental. Es el eje medular para mejorar la calidad de vida, las condiciones de empleo y la presencia y rol determinante que una nación puede asumir ante el concierto de la comunidad internacional.
Si no redefinimos, el tipo de transformación educativa que queremos como Estado frente a los desafíos que trae consigo la tecnología y la ciencia, pasaran los años y nos mantendremos en el mismo punto desde la colonización española.
“Vive honestamente, no le cause daño a nadie y dele a cada uno lo suyo”.