Las 500 a Pánfilo Patricio – La educación superior es el reflejo de la sociedad que queremos. Manifiesto del Cambio #39
“La educación superior es el reflejo de la sociedad que queremos”
En el año 2001, el Dr. Juan Bosco Bernal, ex Ministro de Educación y actual rector de una de las universidades públicas de Panamá, presentó a la comunidad científica, académica, empresarial y del Estado un informe que describe la situación de la educación superior en Panamá.
Una de sus principales conclusiones fue que la educación superior en nuestro país está fomentada por el capital y sobre todo de la inversión extranjera, que va más orientada a satisfacer necesidades del mercado y la demanda de estudiantes ansiosos de obtener un título universitario, y no en satisfacer las necesidades que presenta la sociedad panameña. Esto es una realidad y supone un problema nacional.
La esencia de una educación superior es fomentar la búsqueda de la verdad en el entorno a través de la investigación y la docencia. Así surgió la universidad en Europa, por el siglo XIII a finales de la Edad Media, y previo al Renacimiento.
En medio del siglo XXI, en los albores de los avances de la ciencia y la tecnología entre inteligencia artificial y nanotecnología, Panamá presenta un escenario igual o peor, de hace dos décadas atrás. Es como si nos hubiésemos congelado en el tiempo, y en materia de educación superior, el estancamiento de nuestros claustros universitarios se ha petrificado en labores administrativas rutinarias y cajoneras, que hasta el momento se han alejado de la práctica y esencia natural de la universidad que es fomentar la academia y la investigación en beneficio de la satisfacción de las necesidades del país.
Estamos sacrificando la calidad de nuestra educación superior al masificar de manera descontrolada y sin atender las necesidades que presenta en su totalidad la sociedad panameña en cuanto a las profesiones que requerimos realmente para impulsar el desarrollo humano más que el crecimiento económico.
El Estado panameño a distanciado la función social y creativa de la academia del contacto con la realidad nacional. Nuestras universidades simplemente están graduando profesionales que responde a la necesidad del mercado y no a las problemáticas reales y presentes en el territorio nacional.
Panamá necesita soluciones creativas para resolver problemas puntuales como el desaprovechamiento del agua del mar, en la generación de energía eléctrica y generación de agua para consumo industrial. La falta de polos de desarrollo en nuestras provincias del interior para motivar a que los panameños no migren hacia la ciudad capital, que bastante está saturada y nuestras provincias necesitan de sus mejores hombres y mujeres.
Una de las herramientas ya existente en nuestra legislación, la encontramos en la Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología, con uno de sus principales objetivos: “…estimular la formación de recurso humano de alto nivel y calidad para las labores de investigación y desarrollo” Este objetivo debe encaminarse con patriotismo a través de la financiación de nuestras universidades que realmente estén alineadas con ese objetivo nacional de generar investigación hacia la satisfacción de las necesidades del país.
Las decisiones que se toman en materia educativa, es el reflejo de la sociedad que deseamos tener.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.