Las 500 a Pánfilo Patricio – Manifiesto del Cambio 31: Un acto de desprendimiento
Por: Boris O. Núñez V.
¿Se puede promover algún cambio individual para que la sociedad panameña en la cual compartimos los mismos problemas, crisis y caos, se transforme y podamos expresar con orgullo, que el aporte personal de cada ciudadano se siente que contribuye a esa mejora tan necesaria?
Los problemas de crisis, caos y dificultades los conocemos en educación, salud, vivienda, empleo, comercio, ambiente, etc. La interrogante que nos planteamos recurrentemente es ¿cómo hacer para que este país mejore? Lo necesitamos.
Hace más de 59 años una serie de sucesos como la “Operación Soberanía”, la “Marcha patriótica de 1959 y la pequeña delegación de seis institutores que se plantearon la idea de actuar para hacer cumplir al Acuerdo Chiari – Kennedy, a partir del 1 de enero de 1964, y cuyo desenlace en nuestra historia está escrita hoy con tinta dorada, sembraron semillas de cambios y transformaciones que se constituyeron en actos de desprendimiento personal por un ideario colectivo. Un acto de patriotismo, que jamás imaginaron el impacto que generó para las futuras generaciones.
Hoy día continuamos estancados en la disyuntiva de cómo hacer para que una realidad dura y cruel que nos agobia, cambie para mejor. De la misma manera como esos chicos en 1964 se plantearon la misma interrogante de cómo obligar a los “Zonians” a cumplir el Acuerdo Chiari-Kennedy.
Nuestro Panamá está necesitando algo similar al desprendimiento que actuaron aquellos mártires de enero, de despojarse de la comodidad, del conformismo, “del que lo hagan otros”. También cada panameño y panameña necesita actuar con algún acto de desprendimiento patriótico, un acto de nobleza y dignidad que nos ayude a elevar el proceso de mejora continua que necesita nuestra sociedad panameña.
Es muy probable que la mayoría de los ciudadanos pensemos, que ya es suficiente sacrificio el pagar los impuestos y el trabajo que realizamos a diario, el cual es agravado por la penosa y languideciente realidad de que lo que pagamos en tributos, no se refleja en buenos servicios de bienestar por parte del Estado. Sin embargo, esa es nuestra responsabilidad, nuestro deber y derecho de trabajar, pero lo que requiere nuestro país, es una cuota de desprendimiento personal con dignidad y convicción, en solitario si resulta ser necesario, con tal de que sintamos un Estado de bienestar más cercano a nuestra realidad.
Los “Mártires de enero” no actuaron con el afán de taquillar en Tik Tok o Instagram, pero sus acciones retumban como cañones gloriosos en toda nuestra historia, y logró sembrar cambios profundos en nuestra vida nacional.
Hoy estamos ávidos y necesitamos una acción grandiosa y noble, que transforme nuevamente nuestra historia común y que nos devuelva la confianza y la esperanza perdida en nuestras instituciones y líderes nacionales.
Los grandes cambios comienzan con pequeños actos de desprendimiento, tan pequeños como el de aquel ciudadano que en silencio prefiere, entre muchos ejemplos, abstenerse de un subsidio a la gasolina, quizás necesitándolo, pero convencido que así como un diminuto grano de mostaza, puede contribuir, tratando de que el país, con su imperceptible acto desprendimiento y de abstinencia de ese beneficio, no nos endeudemos más con ese subsidio que encarece el Estado de bienestar que merecemos todos los panameños de la presente y futuras generaciones..
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.
(Este artículo es responsabilidad de su autor).