LAS 500 A PÁNFILO PATRICIO – MANIFIESTO DEL CAMBIO # 47 – Regímenes de trabajo diferentes en Panamá
Por un Mejor Panamá, lo bueno viene. Más allá de un slogan de campaña que escucharemos en los próximos meses, es un manifiesto y proclamación de cada candidato de la alianza entre Cambio Democrático y el Partido Panameñista.
Para dar un contenido sólido a este mensaje, y que no se quede en la superficialidad del slogan, me presto a identificarles temas importantes para el panameño y panameña, que están esperanzados en que realmente lo bueno les llegue en la visión de un Mejor Panamá.
Uno de esos temas, que considero propicio abordar, se relaciona con las condiciones de trabajo y empleo en los regímenes laborales, de panameños que aún cuentan con la bendición de conservar sus principales fuentes de ingresos. Esto es importante, porque en la medida de que los ciudadanos conserven sus puestos de trabajo, se logra contener el aumento desmedido del costo de la vida, desempleo y empleo informal.
Hoy por hoy estamos viviendo una crisis económica a nivel nacional, y las condiciones del trabajo y empleo aun existentes en el gobierno, empresas y regímenes especiales de trabajo, comparándolas entre sí, se tambalean y son consideradas inequitativas y desproporcionadas para un gran número de trabajadores.
Entre algunos de los elementos que nos ayudan a medir la dignidad y calidad de vida de los trabajadores en Panamá, está cómo se establece en las relaciones de trabajo los beneficios que pueden obtener por salario, jornadas de trabajo, horas extras y periodos de descanso dentro del régimen laboral.
Sin embargo, en nuestro país, existen diferentes y desproporcionados regímenes laborales, en los cuales las condiciones que señalamos no son iguales y se ajustan de acuerdo a la naturaleza de la fuente de empleo. Es decir, que dependiendo para qué sector se trabaje, las condiciones en el empleo varían de acuerdo al régimen laboral por el cual se está regulado, ejemplo: Código de Trabajo y leyes que incluyen regímenes laborales especiales, por citar ejemplos dentro del sector privado, restaurantes, bancos, oficinas, industrias; y/o empresas en zonas francas a lo largo y ancho del país, respectivamente.
Mientras que las condiciones laborales de aquellos panameños que trabajan en el sector público, varían y no se encuentran en un plano de igualdad y equidad, porque a algunos servidores públicos se les aplica las normas generales de carrera en el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, ya que están inscritos en ellas, mientras que otros servidores públicos no gozan de esa estabilidad y se ven diezmados en sus derechos; y en el otro extremo, también se observa el ideal de trabajar en el Canal de Panamá, porque gozan de mejores derechos adquiridos y negociados, producto del proceso de reversión.
En esta descripción persisten regímenes de trabajo diferentes, desproporcionados y hasta inequitativos.
Casos como la inequidad que castiga a los servidores públicos, porque no tienen derecho al pago de su décimo tercer mes completo o pago de horas extras; o que en el de los trabajadores de empresas en zonas francas que no reciben el pago adecuado por jornadas y por sus horas extras o recargos por trabajar en días de descanso.
Frente a esta observación de condiciones laborales desiguales entre todos, y ante el desafío de continuar generando empleo, se presenta la necesidad de que los trabajadores del sector público y privado obtengan prestaciones y beneficios laborales que les permitan en un plano de equidad, la dignidad y calidad de vida que se merece.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.