LAS 500 A PÁNFILO PATRICIO – MANIFIESTO DEL CAMBIO # 49 – Mes de la promoción de la prevención del cáncer
El mes de octubre del 2023 ha transcurrido de una manera inusual, entre pocas lluvias y días soleados radiantes, protestas recientes por un contrato minero que muchos no comprenden y pocos protestantes, la celebración de las fiestas de Portobelo, y la tradicional campaña de promoción de prevención del cáncer.
Para muchos ciudadanos que hemos padecido el dolor y sufrimiento de familiares y amigos cercanos que han enfrentado su batalla por la vida, la campaña de promoción ha sido efectivo para una atención temprana de la enfermedad, lo cual podemos reconocer que la población en general ha desarrollado un nivel de conciencia temprana, que es digno de reconocimiento.
Muchas de las instituciones públicas y privadas se visten de colores rosado y celeste como signo de llamada de atención para que mujeres y hombres acudan a los centros de salud y realizarse sus respectivos exámenes, y dentro de este contexto podemos observar que la población panameña, en su mayoría, ha recibido bien esta campaña, que por años se ha mantenido, adquiriendo una notoriedad y tradición propia y natural.
Sin embargo, a pesar de la obediencia de la ciudadanía al llamado que hace las autoridades de salud y aquellas instituciones que no perteneciendo al sector, suman sus esfuerzos para robustecer esta campaña de prevención, por el cual se ha logrado la detección temprana en muchos casos, el efecto positivo de concientización en la población, encuentra un muro de contención difícil de vencer y que al desplomarse, causa el mayor de los pesares de esta enfermedad: nos referimos a la escasez de insumos, hospitales, personal, y condiciones dignas que le brinden al paciente una evolución menos dolorosa de la enfermedad.
El Hospital Gorgas que alberga al Instituto Oncológico Nacional para la atención de toda la población nacional desde Bocas del Toro hasta Darién y las Comarcas, desde hace años se ha quedado pequeño para la demanda creciente de pacientes.
No existe hospitales que atiendan debidamente esta enfermedad en las provincias que reportan la mayor incidencia de casos. El sufrimiento del paciente, también lo carga sus familiares que lo acompañan en esa cruz, porque implica para ellos el alejarse de sus hogares en las provincias, para recibir esa atención en la Ciudad de Panamá, incrementándose el gasto de alimentación, hospedaje, transporte, y demás emocionales, multiplicando las dificultades y dolencias que genera esta enfermedad.
Es aquí donde la campaña de prevención debe apuntar a partir de este momento un nuevo sentido y dirigirse a las principales autoridades que toman decisiones que afectan el adecuado tratamiento de pacientes y familiares de esta enfermedad. Nos referimos desde el Presidente de la República, los Ministros de Estado y Diputados de la Comisión de Presupuesto y en el Pleno Legislativo, para que esta campaña también influya en la conciencia de ellos al tomar decisiones.
A diario observamos la danza de millones de dólares que van y vienen, mientras junto a nuestros enfermos, doctores, enfermeras, familiares, administrativos que viven a diario el drama en el Instituto Oncológico Nacional, nos preguntamos, ¿hasta cuándo va a durar esta indolencia gubernamental?.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.