Las 500 a Pánfilo Patricio – Manifiesto del Cambio #60. Desde el derecho a votar al derecho a ejercer
Son solo 5 años que desde el 1 de julio del 2024 hasta el 30 de junio de 2029 transcurrirán 1,826 días, 260 semanas y 60 meses, en las que todos los candidatos, desde el próximo presidente de la República de Panamá hasta el último representante de corregimiento electo, deberán transformar lo que está mal actualmente en el gobierno; corregir y definitivamente devolverle a la población, la confianza perdida.
El derecho a votar en Panamá no está consagrado como un deber legal, imperativo ni obligatorio. Guarda la esencia desde su origen, de la Roma Antigua, del Ius Suffragii tal como se conoce y surge de los derechos que adquiría el ciudadano por ser una persona que gozaba plenamente de su libertad. Es un tesoro inteligente de alto valor.
La libertad que te permite pensar y reflexionar sin ataduras ni condicionamientos mezquinos. En ocasiones, hay quienes desperdician su tesoro de libre pensamiento, en el resentimiento social o en lealtades mezquinas de “resolver” necesidades básicas como alimentarse, garantizarse un hogar, un estudio, la salud.
Si nuestra libertad de elegir a una persona que se postula a presidente, diputado, alcalde o Representante, la condicionamos al ripio de pensar en votar “por el menos malo” entre todos los candidatos que consideramos peores, eso significaría que disminuimos nuestra autoridad moral de ofrecerle al país, la buena fe de desearnos lo mejor.
El que resulte electo en los cargos de elección popular, recibirá la pesada carga de no traicionar, nuevamente la confianza. En él, el pueblo le confía la administración de una gran parte de nuestro patrimonio, como lo son los bienes públicos a los que tenemos derecho de usar y disfrutar. El derecho a ejercer funciones públicas se conocía como Ius Honorum, y representaba el honor de servir al Estado, al Pueblo. Significaba una dignidad y un reconocimiento público y gratificante de haber servido honorablemente.
Como ciudadanos que ejercemos el derecho a votar, en nuestra libertad de pensamiento se anida la confianza que le depositaremos a aquel compatriota que está caminando y proponiéndose como próximo servidor público. Su trayectoria habla por ese candidato. Sus acciones demostrarán su transparencia y su compromiso. En la libertad de pensamiento que ejercemos como ciudadanos está el examen del pasado, presente y futuro de los hechos que hablan de cada candidato.
Falta muy poco para el día “D”, 5 de mayo de 2024, y en el ejercicio de ponderar las cosas buenas y malas en las trayectorias de candidatos a los diferentes puestos de elección popular, puedo concluir que Rómulo Roux es un buen candidato para la Presidencia de Panamá; y para el Distrito de San Miguelito, también representa una buena propuesta para sus residentes, el Arquitecto Ángel Sosa, una persona libre y comprometida con los valores de la familia, la cultura y la buena fe de merecernos más, de lo bueno.
“Vive honestamente, no le cause daño a nadie y dele a cada uno lo suyo”.