Las 500 a Pánfilo Patricio – Manifiesto del Cambio #62. “Honor, a quien honor merece, Aura Emérita Guerra de Villalaz”.
Ojo por ojo y diente por diente, la antigua ley del Talion, que primaba en la sociedad antigua de la “Roma Antica”. Si no hubiese surgido en el ideario del ciudadano romano, la necesidad de contener el resentimiento provocado por un acto de venganza derivado del daño causado injustamente entre particulares, quizás la suerte de la raza humana hubiese sido muy diferente a lo que conocemos hoy.
El daño causado injustamente se constituye en un hecho ilícito, una infracción que se castiga con la aplicación de la ley penal en el mundo moderno, sin embargo, como se originan en el mundo antiguo los hechos ilícitos, es decir los delitos, podían surgir de acuerdo quien resultara ser el agraviado: un particular o el orden público.
Resulta ser que los delitos se clasificaban en delitos privados y en delitos públicos. Los primeros, se referían a aquellos que causaban un daño a la propiedad o a la persona del particular; mientras que los segundos, eran aquellos que atentaban directa o indirectamente contra el orden público, la organización política o la seguridad del Estado.
En la actualidad, nuestro país vive inmerso en una oleada permanente e ininterrumpida de conflictos originados por ataques que se consuman contra la propiedad y la persona de los ciudadanos en general y, contra el orden público y la estabilidad del Estado, que nos colocan en un continuo e impaciente clamor de recuperación de la paz social y la seguridad.
La ola de daños a la propiedad, provocada por los constantes atracos, hurtos con o sin violencia, los robos, que afectan el micro sistema del primer anillo de seguridad del panameño de a pie; como también el ataque incesante a la seguridad nacional, con el tráfico ilícito de personas, de narcóticos, el blanqueo de capitales, la corrupción rampante, y demás actos que atentan el orden público e impactan con el macro sistema del anillo de seguridad del Estado, es una radiografía del clima de inseguridad que vivimos en Panamá, y que de alguna manera las nuevas autoridades que asumirán en el nuevo gobierno, tendrán que encarar urgentemente.
Esta remembranza de ideas muy generales y poco profundas de sabiduría y contenido de una ciencia tan rica como lo es el Derecho Penal y la Criminología, son planteadas como un muy pequeño, pero significativo homenaje a una dama prístina, de elegancia intelectual y belleza humana, como lo fue la maestra, Dra. Aura Emérita Guerra de Villalaz.
Hoy en el día de su despedida física, a la que asistiremos muchos ex alumnos que la conocimos, que la admiramos cuando ejerció la máxima dignidad de ser Magistrada de la Corte Suprema de Justicia, le rendiremos un tributo a su memoria y al legado que sembró en varias generaciones de profesionales del derecho a los cuales ella forjó e inspiró durante los años en las que dedicó su vida a la formación y profesorado en la Universidad de Panamá.
A la memoria y buen ejemplo de la Dra. Aura Emérita Guerra de Villalaz, con un abrazo sincero y respetuoso a su familia, Las 500 a Pánfilo Patricio, se rinde en homenaje a tan distinguida Maestra.
“Vive honestamente, no le cause daño a nadie y dele a cada uno lo suyo”.
1 Comment
Gracias ´por tus palabras Boris
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