Las 500 a Pánfilo Patricio – Manifiesto del Cambio #70. ¿Quién paga el plato roto del arroz?
Con el anuncio por parte del Gobierno Nacional de suspender el subsidio que se le otorga a los productores nacionales de arroz, a razón de que este producto, sencillamente no tenía presencia ni existencia como arroz de primera, en las estanterías de abarroterías y supermercados del país, surgen algunas interrogantes.
¿Los productores de arroz, en lo que corresponde a su actividad económica, son los encargados de distribuir y comercializar ese producto? ¿El subsidio que otorgaba el Gobierno Nacional a los productores de arroz, se trata de un apoyo a la comercialización o a la producción? en el proceso de llevar el arroz de primera, desde el molino a la mesa del panameño, ¿quien es el agente económico que se encarga de colocar esa mercancía en las estanterías de los supermercados?.
Respuesta, los productores de arroz no son los encargados de distribuir ni comercializar el grano, dado que no son los agentes que lo procesan ni lo empacan. Son solamente productores del rubro.
El subsidio era destinado para apoyar la actividad de la producción nacional, no la comercialización ni la distribución. El arroz de primera es el resultado de un procesamiento que realizan los molineros, empresas encargadas dentro del sector agroindustrial, de añadirles aditivos y empacarlo, y son los que deciden cómo comercializarlo.
Pareciese que la medida de eliminar el subsidio a la producción nacional, es una respuesta en forma de castigo, por la no existencia de este artículo de primera necesidad en las estanterías, sin embargo, ese fenómeno de escasez del arroz de primera, debe ser el resultado de una práctica comercial y poco probable de una decisión de los productores.
A nuestro criterio es merecido que se inicie una investigación a pedido de consumidores, arroceros e incluso de oficio, por parte de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia, particularmente la Dirección Nacional de Libre Competencia, dirigida a investigar si esta anomalía en el mercado pertinente no representa una práctica monopolista absoluta o de abuso de poder sustancial. Se ha configurado un hecho que debe tener consecuencias jurídicas y es el acto de restringir el abasto del arroz de primera en las estanterías de los supermercados, por parte de agentes económicos que lo comercializan.
Los consumidores de arroz, tanto de primera como el especial, merecen una explicación sobre cuál es la causa de que el arroz de primera no estuviera presente en los supermercados, mientras que el arroz más caro, era el que predominaba en las estanterías. Ambos, son procesados por los molineros. ¿Por qué se observó esa coincidencia, entre la mayoría de las marcas de arroz especial, provenientes de los distintos molinos que lo procesan?.
El perjuicio lo está pagando los consumidores, por no contar con opciones al momento de escoger el rubro arroz, entre el de primera y el especial; y por el otro lado, los productores están asumiendo las consecuencias de eliminar el subsidio a la producción, por actos cometidos por otros agentes económicos dentro de la cadena de comercialización.
Son millones de dólares que se están sacrificando a la producción nacional, pero los autores del desabastecimiento no están siendo responsables por esta situación en el mercado de arroz.
El retener productos de primera necesidad con la intención de desabastecer el mercado y perjudicando con ello a los consumidores, debería ser sancionado con pena de prisión de cuatro a ocho años.
Vive honestamente, no le cause daño a nadie y dele a cada uno lo suyo”.