Las 500 a Pánfilo Patricio – “Ubicarnos en el Rol”
Por: Boris O. Núñez V.
La Organización de los Países Exportadores de Petróleo ha anunciado la decisión de disminuir la producción diaria de barriles de petróleo, situando a todos los países consumidores de esta materia prima esencial, en un escenario de volatilidad en los precios de los combustibles para los próximos meses. Añadiendo a esta situación que viene el invierno en los países del hemisferio norte en los cuales la demanda de este bien perecedero se incrementa al máximo, agravando la escasez del producto y con ello el aumento impredecible de los precios.
En esta semana las principales empresas importadoras de gas licuado advirtieron la posibilidad de provocarse un desabastecimiento del tanque de 25 libras (el usado para la cocina en la mayoría de las residencias del país), dado por algún descuido o error provocado en el trámite para saldar la millonaria cuenta que debe el Gobierno Nacional a dichas empresas, en concepto del subsidio que mitiga el precio de este insumo de primera necesidad.
Aún cuando las calificadoras de riesgo proyectan que Panamá puede mantener su grado de inversión, con lo cual seguimos con una “buena” calificación de riesgo país, y con ello mantenerse estable el precio del dinero en nuestras transacciones crediticias, estas buenas noticias no son suficientes para mitigar la alta demanda de trabajo que busca el panameño y extranjero residente que forma parte del millón de personas que se encuentran sin trabajo o que forman parte de la informalidad.
Estos escenarios que describimos, como otros que son fácilmente observables y que agudizan la crisis económica que vivimos, por falta de una consistente reactivación económica y el vaticinio a una recesión global próxima, nos colocan en un contexto histórico y el cual nos alerta que el futuro dentro los dos próximos años serán muy complicados y difíciles.
Estamos ubicados en un escenario social bastante volátil, tomando en consideración que estos factores en su mayoría son externos a las decisiones y recursos que como nación podamos controlar para evitar una escalada desmedida e incontenible en los precios de los productos importados y nacionales de alta demanda y que consumimos la casi totalidad de los panameños.
Frente a este escenario ¿qué rol nos toca asumir como consumidores, gobierno, empresas y movimientos sociales?
Como consumidores nos toca ser previsores, austeros y más creativos con nuestras finanzas y presupuestos personales y familiares. Es una posibilidad muy alta que los precios van a continuar subiendo y de una manera casi asfixiante para muchos. Es hora de apretarse la correa y ser celosos de nuestro dinero.
Como Gobierno recomendaría ser más observador de la realidad nacional y dejar de ver solamente lo conveniente.
Hay muchos temas que no se van a resolver con propaganda ni con medidas superficiales y cosméticas. Es necesario ejecutar la disposición de abordar los problemas nacionales con seriedad y pensando en las futuras generaciones y no en las próximas elecciones del 2024.
Como empresas, enfocándonos principalmente en los grandes consorcios y agentes económicos que dominan el mercado, anticiparía que más pronto de lo que es imaginable, tocará asumir cuotas de sacrificio real, de humildad y solidaridad, si no se quiere arriesgar el predominio del modelo económico actual en la mayoría de las actividades de negocios.
Como movimientos sociales que han ganado algunos asaltos, no poner en riesgo el carácter pacífico del panameño, solo por demostrar fuerza y poder.
Todos vivimos en el Panamá de la realidad, y debemos asumir el rol de cuidarnos.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.
(Este artículo es responsabilidad de su autor).