Manifiesto del Cambio 13: “La carrera hacia el 2024 está comenzando”
Por: Boris O. Núñez V.
Los motores empiezan a rugir. Los pilotos en las escuderías lideran el equipo para que cada uno de sus integrantes, cumplan con el rol que les compete. Tal como en cada carrera de automóvil, así también se van alineando desde este año 2022, los colectivos políticos más fuertes, que enfilan su marcha hacia el poder en el 2024.
Durante los últimos meses, el Partido Panameñista escogió a sus autoridades internas, en medio de una contienda que no ofreció ni buena competencia ni sorpresas.
El Partido Revolucionario Democrático, en medio del sufragio de delegados, influidos por la “chequera gubernamental”, reacomodan las fichas de su ajedrez electorero clientelar, para asegurarle a su bancada legislativa la cuota de poder necesaria que les permita soñar con un candidato presidencial que les “garantice” matemáticamente lo imposible hasta el momento, repetir el gobierno pandémico con el “mejor” peor candidato que pueden ofrecer, el cual se ha ganado el motete de “Pillín”, y que para ello debe ganarse, sin dificultad, el más importante cargo de dirección dentro de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Mientras tanto en otro de los “pits” de la larga pista de carrera, encontramos dos escuderías recién fundadas. Una pequeña, que con otro camino su principal vocero nos muestra nuevos bríos de decencia y transparencia prometiendo un gobierno incorruptible y en la que su mensaje está dividiendo al país entre buenos y malos. Marcado por la contradicción en su discurso antipartidista, ya que terminó creando un colectivo político que resume todo a lo que se opone, cayendo en incongruencias e incoherencias.
El otro colectivo recién creado también, pero que lleva como figura estandarte a un expresidente con rostro de venganza que, si bien se le reconoce porque construyó el metro de Panamá, amplió las principales vías y carreteras de la ciudad y del país y, ordenó un poco el sistema de transporte público colectivo y selectivo, también carga a cuestas una pesada cruz del “robó, pero hizo” y de ser posiblemente acusado de delitos graves ante la justicia americana, por sus hijos.
Finalmente, entre los últimos pilotos que pueden representar una opción creíble hacia la carrera en función de gobernar bien, de hacer las cosas bien, se nos presenta un ariete que ruge y responde a sus adversarios, en medio de una armonía familiar, que proyecta seguridad y certeza en la conducción de la nave del Estado. Junto a su colectivo cuyos pilares son y han sido la democracia, la prosperidad y la justicia social y que, ya teniendo la experiencia de haber gobernado, junto al innombrable, hoy se presenta con una imagen de atractivo milenials, transparente, inteligente y sosegada, en ocasiones impredecible, pero al final con resultados.
Así se resume por el momento, la visión de la carrera que pronto ha de comenzar, pero que independientemente del resultado de llegar a la meta, el gobierno que obtenga el voto de confianza de un electorado cada vez más “cabreado” podrá, si así lo adoptan como consigna, hacer las cosas bien, y para ello trabajar con este apostolado: 1. Pensar en ser gobernante, siendo gobernado, y pensar en el gobernado, siendo gobernante; 2. Ejercer tu responsabilidad, tanto como tu autoridad, y 3. Gobierna para cuando estés en oposición.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.
(Este artículo es responsabilidad de su autor).