Mides invierte 5.5 millones de balboas en la construcción y rehabilitación de 43 CAIPI
Entre julio de 2019 y noviembre de 2021, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) ha invertido un total de 5.5 millones de balboas en la remodelación y mejoras de 43 Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI) que brinda atenciones y cuidados a 540 niños (as) de diferentes puntos del país.
La inversión benefició a CAIPI ubicados en áreas rurales en las provincias de Coclé, Veraguas, Herrera, Los Santos, Chiriquí, Colón, Panamá Oeste, Bocas del Toro y la Comarca Ngäbe Buglé.
Los proyectos han favorecidos a comunidades vulnerables como Buenos Aires, un corregimiento que presenta un índice de pobreza multidimensional del 86.5%, de acuerdo con el IPM-C elaborado por el Gabinete Social.
En este corregimiento se remodeló el CAIPI “Buenos Aires” a un costo de 675 mil 606 balboas, donde 45 niños (as) de 0-4 años reciben estimulación temprana por maestras certificadas.
En este centro se remodeló y se acondicionó tres salones con todos los implementos necesarios para que los niños crezcan en un ambiente sano.
Mientras que en el corregimiento de Tonosí en la provincia de Los Santos se construye un nuevo CAIPI con una inversión de 362 mil 900 balboas que ampliará la cobertura de 22 a 45 niños, beneficiando el desarrollo infantil de sectores aledaños como Tonosí Cabecera, Río Viejo del Solar, Bebedero, Las Minitas, Cacao, Flores y Bonita de Tonosí.
La información sobre las inversiones en los CAIPI se desprende de un informe de gestión de la Dirección Nacional de Servicios de Protección Social (Dispros) del Mides que presenta los avances en materia de primera infancia.
El documento añade que la inversión responde a una política de Estado dirigida a fomentar espacios seguros donde los pequeños de comunidades vulnerables tienen la oportunidad de desarrollar áreas sensitivas como la motriz, sensor-perceptiva, cognitiva, lenguaje y comunicativa, y la socio-afectiva que son esenciales para su crecimiento.
Los trabajos que avanzan en plena pandemia han permitido construir salones, remodelar cocinas, áreas de juegos, ampliar las áreas verdes, instalar techos, pisos y adquirir materiales didácticos que son esenciales para los servicios que brindan estos centros en todo el país.
Los trabajos también incluyen tareas como demoliciones, de albañilería, pintura, cambio de cielo rasos, reemplazo de puertas y ventanas, reparaciones y nuevas instalaciones de techos, mejoras al sistema eléctrico, construcción de rampas y accesos peatonales, remodelación completa de baños y cocinas, reparación e instalación de sistemas de agua potable y sistema sanitario, instalación de aires acondicionados, adecuación de fachadas, entre otros.
La primera infancia es un asunto de prioridad
La ministra María Inés Castillo indicó que los CAIPI representan espacios seguros para el desarrollo integral, en las áreas cognitiva lingüística, socioafectiva y psicomotora de los niños (as) de todo el país, principalmente lo que viven en áreas vulnerables.
Castillo reiteró que durante la pandemia los CAIPI les han permitido a los padres incorporarse a sus trabajos con la seguridad de que sus hijos reciban una atención especializada, una relación que la califica como ganar-ganar en beneficio de una población con necesidad de atención y servicios, en esta importante etapa del desarrollo infantil.
La titular de la cartera social ponderó la participación activa que ha tenido el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la construcción de aulas seguras.
Silka Vuelvas, directora Nacional de Servicios de Protección Social del Mides, explicó que el objetivo de estos centros es promover el desarrollo integral de niños menores de 4 años con el fin de contribuir en su formación y en el fortalecimiento de una relación estable y segura entre el niño (a), su familia y la comunidad.
Además, recordó que los CAIPI ofrecen al niño un entorno estimulador, a través de una atención de calidad, en el que se sienta querido, respetando siempre la individualidad de cada niño (a), garantizando el cuidado y atención de sus necesidades básicas y la potenciación de todas sus capacidades intelectuales, afectivas, físicas y motoras.
Vuelvas destacó que con la habilitación de estos CAIPI se garantiza los derechos de los niños y niñas identificados en la Ruta de Atención Integral a la Primera Infancia (RAIPI), y que comprende el derecho a una educación temprana, a una crianza con pauta adecuada, a salud y nutrición e identidad.
Yohana Pinzón, especialista en primera infancia de la Unicef, indicó que, durante los primeros años de vida, el cerebro aumenta cinco veces su tamaño hasta llegar a la edad adulta, esto implica que se den dos factores “la proliferación de las conexiones sinápticas entre las neuronas y la mielinización de fibras nerviosas”, que en otras palabras es la conexión necesaria entre las neuronas, que permitirán la comunicación del sistema nervioso con el resto del cuerpo.
Para que se den estas conexiones y se creen otras, se deben brindar estímulos tales como hablarle, cantarle, arrullarlo, acariciarlo, jugar, dejarlo explorar, sonreírle, etc. Todas estas interacciones se realizan a través de las rutinas diarias y usando el juego, un servicio que ofrece los CAIPI.
Tras la pandemia han reaperturado 140 CAIPI, donde 2,248 niños (as) reciben cuidados especiales de la mano de 583 maestras certificadas en estimulación temprana.