Ministra Castillo hace un llamado a no estigmatizar a las madres adolescentes y promover su reintegro a la sociedad
La ministra de Desarrollo Social (Mides), María Inés Castillo, hizo un llamado hoy a no estigmatizar a las madres adolescentes y a brindarles toda la atención social y psicológica que sea necesaria para que puedan culminar con éxito su etapa en el sistema escolar, que les permitirá convertirse en mujeres profesionales.
Las declaraciones de Castillo se dieron durante el lanzamiento del estudio “Consecuencias socioeconómicas del embarazo en la adolescencia en Panamá”, dirigido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que reveló que el costo asociado al embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana en el país asciende a 495.4 millones de dólares, según datos del año 2019; si a eso le sumamos $15 millones por gastos en salud y $15 millones por pérdidas fiscales, se hace un total de $525 millones.
La titular de la cartera social hizo un llamado a coordinar alianzas público–privadas que protejan a las adolescentes y las conduzcan a tomar decisiones acertadas sobre su sexualidad.
El evento contó con la participación de la Primera Dama de la República, Yazmín Colón de Cortizo, quien destacó que la data recopilada por la UNFPA es información valiosa para los tomadores de decisiones.
Colón de Cortizo insistió sobre el papel que juega la sociedad como agentes multiplicadores de las acciones preventivas que debemos desplegar para frenar esta incidencia que tanto afecta el desarrollo social de un país.
Durante la presentación del estudio se indicó que América Latina y el Caribe es la segunda región en el mundo con la tasa más alta de embarazo en la adolescencia. El estudio, que puede ser consultado en la página con la dirección https://panama.unfpa.org/es, arrojó que el embarazo prematuro está vinculado a la pobreza y a la reproducción de las desigualdades sociales, a la vez refleja situaciones de violencia sexual y abuso.
Otro dato que debe llamar a la reflexión es que las madres tempranas permanecen un 27.5% más, que quienes fueron madres adultas, en el hogar sin realizar actividades remuneradas. Eso genera un costo de oportunidad, por esa menor participación laboral, de $87 millones en 2019.
La titular de la cartera social recordó que para revertir esta situación y a fin de ampliar las oportunidades, como Gobierno, se aprobó la Estrategia Nacional e Intersectorial para la Prevención y Atención del Embarazo en Adolescentes y el acompañamiento de las madres y los padres adolescentes, que sentará las bases de la nueva política pública dirigida a atender todo lo relacionado a las medidas de prevención.
“Las cifras hoy presentadas por UNFPA no sólo demuestran que el embarazo adolescente afecta la vida de nuestras niñas y adolescentes, que se nos están quedando atrás, evidenciando el impacto en salud y social, sino que también nos afecta económicamente como país”, enfatizó la ministra María Inés Castillo.
Las madres adolescentes perciben menos ingresos
José Manuel Pérez, representante auxiliar de la UNFPA en Panamá, durante su presentación indicó que las panameñas que fueron madres tempranas enfrentan el doble de desempleo que quienes fueron madres adultas. El resultado es que también pierden de generar ingresos por $26 millones debido a ese mayor desempleo registrado por las madres tempranas.
Pérez añadió que aquellas madres tempranas que consiguen salvar todos esos obstáculos y acceden al empleo, obtienen remuneraciones en un 39% menor que las mujeres que fueron madres adultas.
El estudio añade que el costo de oportunidad de ingreso laboral vinculado al embarazo en la adolescencia fue de $382 millones en 2019, ya que las madres tempranas ganan, en promedio, $3 mil menos cada año, que quienes postergaron su maternidad hasta la edad adulta.
El informe, que ya se ha realizado en 10 países, hace un balance del efecto en la salud pública. En ese sentido, argumenta que las adolescentes tienen más riesgo de muerte materna y generan más gastos en salud, ya que suelen necesitar mayor atención médica que el resto de las embarazadas. Las muertes maternas en adolescentes generaron un costo social para la economía panameña de $1.05 millón, mientras que los costos asociados a la atención de salud de los embarazos adolescentes fueron de $14.3 millones.
También analiza los efectos en la tributación. En esa línea de ideas se explica que el embarazo en la adolescencia repercute sobre la recaudación fiscal, ya que las condiciones socioeconómicas precarias de las madres tempranas generaron un costo económico de $15.6 millones en 2019 por impuestos no percibidos.
La UNFPA realizó su estudio basado en la metodología MILENA 1.0. Esta metodología calcula el costo de oportunidad (cuánto pierde el país y/o deja de ganar) en la educación, la participación laboral y en los ingresos. Además, estima gastos en salud y pérdidas fiscales por impuestos no percibidos.
En el lanzamiento de MILENA participaron la viceministra de Salud, Ivette Berrío; y Cristian Munduate, Coordinadora Residente de la UNFPA.