Nuevas especies de uvas son las más antiguas del hemisferio occidental
Antiguas semillas de uva fosilizadas, procedentes de Panamá, Colombia y Perú, ofrecen una perspectiva de la evolución de las plantas tras la extinción de los dinosaurios.
Panamá, 08 de julio de 2024.- Las semillas de uva son mucho más duras que las de muchas otras frutas, por lo que es más probable que se conserven como fósiles, pero sólo recientemente un grupo de paleontólogos ha encontrado semillas de uva fosilizadas en cuatro yacimientos diferentes de América Central y del Sur, que arrojan luz sobre la evolución de la familia de las uvas, las vitáceas, tras la extinción de los dinosaurios.
Fabiany Herrera, conservadora adjunta de paleobotánica en el Centro de Investigación Integrativa Negaunee del Museo Field de Chicago y antigua becaria en el laboratorio de Carlos Jaramillo, científico del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), y sus colegas, han dado nombre a dos especies descubiertas en Panamá.
Cissus correae, descubierta en el Corte Gaillard del Canal de Panamá durante el reciente proyecto de ampliación del canal, fue nombrada en honor de Mireya Correa (1940-2022), profesora de botánica de la Universidad de Panamá y científica de STRI “por sus muchas contribuciones botánicas y su trabajo sobre la flora de Panamá“.
Se calcula que este espécimen tiene entre 19 y 18.5 millones de años.
Leea mcmillanae, descubierta en la península panameña de Azuero, fue bautizada en honor de Jennifer McMillan, directora asociada de promoción de STRI, por su continuo apoyo a la investigación paleontológica en los trópicos del Nuevo Mundo.
La semilla fósil tenía probablemente unos 34 millones de años.
Las otras especies recibieron los siguientes nombres: Lithouva susmanii, por Arthur T. Sussman, que impulsó la investigación paleobotánica en Sudamérica, y Ampelocissus wenae, por Jun Wen, experto en la evolución de la familia de la uva.
Un comunicado de prensa del Museo Field destaca la antigüedad de nueve especies de plantas de la familia de las uvas, las Vitaceae, que aparecieron en la Tierra aproximadamente al mismo tiempo que se extinguieron los dinosaurios. Estos especímenes representan las especies de uva más antiguas del hemisferio occidental. Los primeros miembros de esta familia de plantas se identificaron a partir de fósiles de 66 millones de años procedentes de la India. Mónica Carvahlo, profesora adjunta de la Universidad de Michigan y antigua becaria postdoctoral Tupper en STRI, descubrió la especie más antigua de este grupo, Lithouva susmanii, en Cundinamarca (Colombia), un espécimen cuya antigüedad se estima entre 60 y 58 millones de años.
En la actualidad existen unas 950 especies de uva en el mundo, de las cuales unas 100 son autóctonas de los trópicos americanos. El equipo sugiere que los cataclismos que provocaron la extinción de los dinosaurios, o la ausencia de los propios dinosaurios, modificaron los bosques tropicales de tal manera que dieron origen a las uvas y a muchas otras especies de plantas con flores. Como las uvas tienen semillas muy duras, se conservan mejor en el registro fósil que muchas otras especies frutales.
Los autores del estudio son Fabiany Herrera (Museo Field), Mónica Carvalho (Universidad de Michigan), Gregory Stull (Museo Nacional de Historia Natural, Instituto Smithsonian), Carlos Jaramillo (Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales) y Steven Manchester (Museo de Historia Natural de Florida, Universidad de Florida).