Organizaciones lideradas por personas negras, universidades de EE.UU. y grupos panameños se unen para la defensa de los migrantes
Panamá, 23 de octubre de 2024.- La Delegación Internacional de Solidaridad inició oficialmente este lunes, reuniendo a siete organizaciones lideradas por personas negras de los Estados Unidos, representantes de tres universidades estadounidenses y dos importantes grupos panameños, para colaborar en la defensa de los derechos de los migrantes.
La delegación busca establecer alianzas internacionales, abordar los desafíos urgentes de la migración y promover políticas de inmigración justas y humanas en todo el continente americano.
Esta iniciativa tiene lugar en un momento crítico, ya que el recién electo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha prometido cerrar el Tapón del Darién, un corredor migratorio clave utilizado por personas de Colombia, Haití, China y otras regiones.
La propuesta de Mulino pretende frenar el flujo migratorio desde Colombia hacia Panamá, argumentando que la situación representa una carga excesiva no solo para la infraestructura panameña, sino también para la frontera sur de Estados Unidos. Esta postura rígida, sumada a las políticas migratorias cada vez más restrictivas del gobierno de Biden, subraya la necesidad urgente de esfuerzos coordinados de defensa para proteger los derechos de los migrantes y preservar la dignidad humana. La misión de la delegación es amplificar las voces de los migrantes, construir alianzas sostenibles y abogar por políticas que aborden las causas estructurales de la migración.
Durante la semana, la delegación participará en conversaciones estratégicas con actores locales e internacionales, intercambiando conocimientos y formulando estrategias colaborativas para enfrentar la crisis humanitaria en el Tapón del Darién y más allá.
El primer día de la delegación coincidió con un aumento en las medidas de seguridad debido a una visita no prevista del Ministro de Seguridad, Frank Abrego, lo que complicó la logística en una región ya militarizada. A pesar de estos desafíos, la delegación sostuvo reuniones con representantes de la Alcaldía de Pinogana en Metetí, donde las autoridades locales presentaron una narrativa optimista sobre sus esfuerzos. Sin embargo, los miembros de la delegación subrayaron la importancia de la transparencia y la necesidad de enfrentar las realidades en el terreno.
“Reunirnos con las autoridades panameñas y las agencias internacionales fue a la vez revelador y decepcionante”, dijo Oluchi Omeoga, codirector del Proyecto de Migrantes
LGBTQIA+ Negros (BLMP). “Recibimos informes contradictorios sobre las condiciones de los migrantes, mientras que a la misma vez centraron a Estados Unidos como la solución, ignorando el hecho de que las políticas estadounidenses y el imperialismo occidental son los que impulsan la migración forzada en primer lugar”.
“Esto va más allá de un asunto político: se trata de vidas humanas”, agregó Janvieve Williams Comrie, directora ejecutiva de AfroResistance. “No podemos aceptar un optimismo superficial cuando los migrantes están enfrentando grandes dificultades y violaciones a sus derechos humanos en toda la región”.
Juana Camargo, investigadora principal de la organización panameña Espacio de Encuentro de Mujeres, compartió estas preocupaciones. “Si bien las autoridades locales expresan buenas intenciones para abordar los desafíos en salud, alimentación y comunicación, carecen de los recursos económicos, las instalaciones y el personal especializado necesarios para brindar un apoyo adecuado a la población migrante”.
La delegación continuará reuniéndose con organizaciones de base, comunidades migrantes y funcionarios gubernamentales a lo largo de la semana. Su enfoque está en construir alianzas transnacionales, abogar por políticas de inmigración humanas y promover alternativas a los marcos punitivos de migración.