Panamá alcanza consenso regional para abordar la migración irregular con mecanismos de coordinación continentales y espera homologar políticas migratorias
Tras la cita internacional, se crea una mesa de trabajo para atender los flujos migratorios a nivel continental.
Con la consolidación de un nuevo marco de trabajo regional para atender los flujos migratorios a nivel continental, concluyó la Reunión Ministerial sobre Migración convocada por Panamá, en la que participaron cancilleres, ministros de Seguridad y directores de Migración de países del continente americano.
“Hemos enfocado el problema estratégicamente en una labor coordinada de Estado actuando de inmediato y enfrentando el desafío con decisión porque entendemos que no podemos quedarnos en el discurso ante un problema de esta magnitud“, dijo el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo Cohen, en un mensaje ofrecido a los participantes de la Reunión.
El mandatario reafirmó el compromiso de la República de Panamá de trabajar en colaboración con los países amigos como aliados estratégicos en la búsqueda de soluciones conjuntas con políticas transversales y acciones concretas que promueven migraciones regulares, ordenas y seguras respetando los derechos humanos. Además, el presidente panameño agradeció a los presentes “su participación, voluntad y determinación de trabajar en la integración regional para la atención del fenómeno migratorio irregular en el contexto de la migración internacional”.
Los países participantes acordaron establecer un marco de trabajo dirigido por los cancilleres para coordinar la homologación de las políticas continentales, así como la promoción de la cooperación entre los Estados, los organismos intergubernamentales y los bancos de desarrollo y fondos de ayuda internacionales para atender de manera ordenada, segura y humanitaria los altos flujos migratorios y los factores que los fomentan.
“Este marco ofrece una hoja de ruta clara, hitos y metas concretas y las políticas que debemos implementar de forma que aseguremos el bienestar de las personas que transitan por nuestros países y la estabilidad de las comunidades que los reciben”, declaró la canciller Erika Mouynes sobre el acuerdo.
La ministra Mouynes explicó que, tras la primera cita convocada por Panamá en agosto del año pasado, a la que se dio seguimiento técnico y diplomático, en esta reunión se ha conseguido “un avance sin precedentes y el marco institucional y multilateral que requiere la región para garantizar una respuesta sostenible y humanitaria a los altos flujos de migración transcontinental”.
Además, se identifica la necesidad de financiación que necesitan los Estados afectados por la migración desde su origen, tránsito y destino.
“Atender el fenómeno de la emigración irregular es una prioridad en nuestras agendas y nos hemos comprometido a hacerlo de forma conjunta. Ese es el gran triunfo de esta reunión”, concluyó la Canciller panameña.
Los ministros de Exteriores y de Seguridad reunidos en Panamá coincidieron en la necesidad de combatir la trata de personas y los carteles que promueven la desinformación y pone en riesgo la integridad física de los migrantes que son víctimas de sus redes de tráfico, de actuación transfronteriza.
“Estamos resueltos a asegurar la aplicación de la ley humanitaria internacional y desarticular, como hemos hecho hasta ahora, las redes de crimen organizado que se aprovechan de las esperanzas de miles de hombres, mujeres y niños en busca de mejores oportunidades”, apuntaron en las conclusiones. (?)
En la reunión, en la que también se dieron cita la Organización Internacional de las Migraciones, la Cruz Roja y organismos de financiación internacionales, se definieron tres ejes de trabajo:
• Estabilización de las comunidades receptoras de migrantes y su recuperación tras la pandemia
• Atención a las causas de raíz, incluyendo desarrollo de infraestructura y necesidades básicas, en los países de origen como mecanismo para desincentivar los flujos migratorios irregulares
• Corresponsabilidad en la atención al fenómeno entre los países de origen, tránsito y destino.
“Con los resultados de hoy, se allana el camino para generar nuevas oportunidades y encaminar a la región hacia el desarrollo que transforme de manera gradual las condiciones que fuerzan estos desplazamientos masivos”, concluyó la ministra en la reunión.
Como siguiente paso en la estrategia diplomática panameña, la canciller Mouynes anunció la próxima reunión, también en Panamá, de los ministros de Centroamérica y el Caribe, para colegiar una propuesta regional ambiciosa que atienda los impactos económicos y políticos del contexto geopolítico actual, que también inciden en los movimientos migratorios.
A esa convocatoria, fijada para el 3 de mayo, asiste también Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, bloque político con el que se refuerzan relaciones de colaboración y alianza biregional.
Durante la reunión se compartieron las cifras de la inmigración registrada por el tapón del Darién, entre la frontera de Colombia y Panamá, con picos de hasta 2,800 personas al día en 2021 y un gran total de ingresos de 130,000 migrantes de 35 diferentes nacionalidades durante ese mismo año.
Panamá es el único país en la ruta americana que ofrece refugio, alimentación y atención médica a los migrantes irregulares y también el único que aplica los controles biométricos con los que se identifica a los perseguidos por la justicia a nivel mundial.
En un año promedio, cruzan por Panamá 8 mil migrantes irregulares. En 2021, la cifra ascendió a más de 130 mil y en lo que va de 2022, el número supera los 15 mil.