
Panamá deja de percibir 1,500 millones de dólares al año, debido al costo de oportunidad del Embarazo en la Adolescencia
Panamá, 28 de mayo de 2025.– El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) presentó el estudio Impacto Socio-Económico del Embarazo en la Adolescencia en Panamá, el cual evidencia que el país pierde el 2% del producto interno bruto (1,500 millones), debido a los costos evitables del embarazo adolescente y la maternidad temprana (15 a 19 años).

Cuando la mujer no puede educarse y desarrollar todo su potencial sus oportunidades de incorporarse al mercado laboral se reducen, y si se incorpora al mercado laboral suele ser en desventaja, disminuyendo tanto sus propias oportunidades de bienestar como su contribución al desarrollo del país. El embarazo en la adolescencia está causando ese efecto negativo en las adolescentes de toda América Latina y el Caribe, al punto de que se mantiene como la región con la segunda tasa específica de fecundidad adolescente más alta del mundo.


Para ayudar a los países de esta región a tomar decisiones basados en evidencia, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) desarrolló la metodología MILENA, para estimar los costos socioeconómicos asociados al embarazo adolescente y la maternidad temprana.
Esta metodología considera cinco componentes: el impacto significativo del embarazo temprano en el nivel educativo; la fuerte correlación entre el nivel educativo y los ingresos laborales femeninos; la pérdida social por la mortalidad materna en mujeres adolescentes; los ingresos fiscales no percibidos; y los costos de salud asociados a la atención de las madres adolescentes.
Resultados de la investigación – Metodología MILENA:
● Para Panamá, el costo de oportunidad asociado al embarazo adolescente y la maternidad temprana asciende a 1,500 millones de balboas, es decir, 2% del producto interno bruto para el año 2022.
● En promedio, el ingreso laboral anual de las madres adolescentes es 57% menor que el de las mujeres que fueron madres en edad adulta.
● Solo el 14% de las mujeres que fueron madres en la adolescencia alcanzan el nivel universitario, en comparación con el 43% de las que fueron madres en edad adulta.
Invertir en las adolescentes para prevenir el embarazo y maternidad temprana
Cada dólar que invertimos en prevenir el embarazo adolescente se multiplica varias veces en rendimientos para las mujeres, para sus hijos y para el Estado. Si conseguimos reducir la tasa específica de embarazo adolescente, que para 2022 registró 68.5 por cada mil nacimientos, liberaremos inmensos recursos para el desarrollo del país. Pero lo más importante es que los recursos que el país recupera al reducir el embarazo adolescente favorecen fundamentalmente a la población femenina dejada atrás —la mujer joven panameña que vive rodeada de desigualdad, en Bocas del Toro, Darién y en las comarcas Ngäbe Buglé, Emberá Wounaan y Guna Yala—.
Por tanto, si incorporamos a las madres adolescentes al sector productivo, podríamos recuperar B/. 1,500 millones que equivalen a:
● La recaudación por peajes de buques Neopanamax en 2024.
● La adquisición de 50 trenes nuevos para el Metro de Panamá, que movilizarían a 100 millones de usuarios durante todo el año.
● Se podrían construir 500 kilómetros de carretera a nivel nacional, lo que permitiría avanzar 10 posiciones más en el Índice de Competitividad Global en el pilar de la calidad de la infraestructura y la conectividad vial del país.
Resultados de la investigación – Trayectorias sexuales y reproductivas de las panameñas
Además del análisis realizado con la metodología MILENA, este estudio incluye un aporte sobre las trayectorias sexuales y reproductivas de las panameñas, también realizado por Paula Martes Camargo, doctora en Estudios de Población.
El análisis de secuencias trabajado evidencia que:
- 9 de cada 10 madres adolescentes tuvieron su hijo/a con una pareja mayor a ella, en su gran mayoría con una diferencia de edad de más de 5 años (73%).
- Del total de mujeres que fueron madres antes de los 20 años, en promedio 7 de cada 10 reporta estar en unión, en su mayoría en una unión consensual.