¿Qué es la elefantiasis? Estos son sus síntomas, sus causas y su tratamiento
La elefantiasis filariana es un síndrome consistente en la inflamación severa de las extremidades o los genitales.
La elefantiasis filariana está considerada por la OMS como enfermedad tropical desatendida, y es que casi 900.000 millones de personas viven en áreas del planeta afectadas por la enfermedad, además de habitualmente desfavorecidas y con bajos recursos.
¿Qué es la elefantiasis? ¿Cuáles son sus causas?
La elefantiasis filariana es un síndrome secundario a la filariasis, que es la infección provocada por una serie de nematodos (gusanos) parásitos del orden Spirurida. Se trata de las enfermedades consideradas como posiblemente erradicables por la OMS.
De modo resumido, la elefantiasis se caracteriza por un aumento desproporcionado de ciertas partes del cuerpo, especialmente las extremidades inferiores y los genitales, provocada por la obstrucción de los vasos linfáticos, lo que produce una inflamación severa. Además, puede producir deformidades óseas.
Se trata de un mal endémico de los países tropicales y subtropicales, siendo por el contrario mucho más raro en zonas templadas y frías. Se transmite a través de picaduras de insectos, que transportan el parásito y lo introducen en el cuerpo de las personas.
¿Cuáles son sus síntomas?
El principal signo de la elefantiasis es la inflamación e hipertrofia de extremidades y genitales. Sin embargo, previo a ese punto existen otras señales que pueden apuntar a esta enfermedad.
Más concretamente, es común que el cuadro comience con la inflamación de los ganglios linfáticos, la aparición de vetas rojas a lo largo de la extremidad afectada, dolor, escalofríos, fiebre y la aparición de úlceras y tubérculos.
A continuación, si la enfermedad no se detiene con tratamiento se produce, junto a la inflamación anormal de las áreas afectadas, un engrosamiento, agrietamiento y decoloración de la piel.
¿Cómo se trata?
El tratamiento de la elefantiasis se basa en la administración de antihelmínticos, como el Albendazol, la Ivermectina o la dietilcarbamacina, a veces en conjunción con antihistamínicos, antipiréticos o corticoides para atajar posibles reacciones alérgicas. Aún así, cuando la enfermedad se cronifica este enfoque proporciona escasos beneficios.
En determinadas instancias, como la afectación del escroto o la migración de parásitos a través del ojo, se pueden practicar cirugías de drenaje y extirpación.
Por todo ello, la herramienta más útil en la lucha contra la filariasis (y por extensión contra la elefantiasis filariana) es la profilaxis, tratando en masa a la población con albendazol e ivermectina o dietilcarbamacina y controlando el vector (los insectos transmisores en cada zona) mediante métodos como insecticidas, barreras físicas o destrucción de las zonas de reproducción.
Por 20minutos