Qué pasa si respiras polvo sahariano
La calima consiste en partículas sólidas en suspensión, lo que puede tener efectos nocivos para la salud.
Estos días, los cielos han tomado tintes ocres y anaranjados a causa de la calima, un fino polvo en suspensión que los vientos traen desde el desierto del Sáhara.
En vista de ello, las autoridades han recomendado a las personas con patologías respiratorias o cardiovasculares previas que tomen ciertas precauciones, así como al resto de la población que evite hacer deporte al aire libre.
Los efectos de respirar partículas sólidas en suspensión
Y es que al menos en exteriores es inevitable aspirar partículas de este polvo, lo que puede ocasionar algunos problemas de salud especialmente en las personas de más riesgo.
Concretamente, la calima resulta irritante para las vías respiratorias, lo que podría resultar en algunas molestias en personas previamente sanas. Para este grupo, no obstante, lo normal es que los efectos negativos terminen ahí.
En cambio, en personas con patologías respiratorias crónicas (como bronquitis o asma) esta irritación puede significar un empeoramiento de las mismas y desencadenar episodios.
Los efectos más graves afectan a quienes tengan antecedentes de enfermedad cardiovascular, aunque hay que destacar que son poco comunes. Así, la inhalación de partículas sólidas puede generar respuestas inflamatorias en el sistema circulatorio, que pueden empeorar la sintomatología de enfermedades crónicas e incluso producir episodios como arritmias, infarto agudo de miocardio o accidente cerebrovascular.
Por otro lado, en el largo plazo (aunque no sucede así con unos pocos días, lo que se cree que durará la calima actual en la península), la exposición frecuente a material particulado en suspensión acorta la esperanza de vida y aumenta el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.
Precauciones contra la calima
Por todo ello, es conveniente tomar unas pocas precauciones, especialmente las personas que pertenezcan a grupos de riesgo (aquellas que padezcan patologías respiratorias o cardiovasculares crónicas o las mujeres embarazadas).
Específicamente, se recomienda evitar las actividades al aire libre que lleven un tiempo prolongado y muy especialmente aquellas que requieran esfuerzos físicos, como hacer deporte, ya que aumentan el volumen de aire que inhalamos. Las mascarillas, especialmente las de tipo FFP2, también son relativamente eficaces para disminuir la inhalación de sólidos en suspensión.
De la misma manera, se recomienda permanecer en el interior de la vivienda mientras sea posible y mantener las ventanas cerradas.
Por 20minutos