Tecnoestrés: Cuáles son sus principales riesgos y las mejores soluciones para combatirlo
La imposibilidad de desconectar origina problemas en la salud física y mental de los empleados que afectan directamente a su productividad. Irritabilidad, ansiedad, sobrepeso, aparición de miedos y rechazo de la tecnología o problemas de autoestima son algunos de los síntomas más frecuentes.
Vivimos en la era del uso indiscriminado y simultáneo de ordenadores, portátiles, tabletas, teléfonos móviles, videoconferencias, redes sociales, navegar por internet… Y aunque el confinamiento y, por extensión, la necesidad de teletrabajar lo han devuelto con más fuerza que nunca a la palestra, la realidad es que el término tecnoestrés es un ‘viejo conocido’ acuñado por primera vez en 1984 por el psiquiatra estadounidense Craig Brod.
En ese momento, Brod lo definía como un trastorno de adaptación causado por la falta de habilidad para tratar con las nueva tecnologías del ordenador de manera sana. El flujo incesante de información que proporciona la tecnología, obliga a las personas a realizar procesos de síntesis y resumen de manera ágil, lo que contribuye al agotamiento mental.
A pesar de que durante estos meses el teletrabajo ha demostrado enormes beneficios por ejemplo para la conciliación, mal gestionado puede provocar graves problemas de salud a los empleados, sobre todo, en el apartado mental.
Esto ocurre cuando se borran y difuminan los límites entre horarios laborales y personales, cuando no se puede desconectar de la tecnología y de las tareas, ni física ni mentalmente… lo que da lugar a la aparición del estrés tecnológico. “Eso que llaman la disponibilidad continua, 24 horas casi los 7 días de la semana, ha generado enormes problemas en la salud física y mental en empleados cuya productividad se ha visto en consecuencia mermada”, alerta Joan Pons, CEO de EffiWork, una solución informática que ayuda a gestionar los tiempos de trabajo y avisa al empleado para desconectar.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes del tecnoestrés en los trabajadores? Los expertos hablan, sobre todo, de aumento de la irritabilidad, ansiedad, problemas oculares, osteomusculares, sobrepeso, aparición de miedos y rechazo de la tecnología, problemas de autoestima por la percepción de incapacidad para afrontar sus obligaciones, frustración, menor satisfacción e interés por su trabajo…
¿Qué origina el tecnoestrés?
Los especialistas hablan de siete causas principales y sus posibles soluciones:
1. Permanente conexión digital e imposibilidad de alejarse de la tecnología
Como solución, se recomienda fijar descansos y pausas durante la jornada laboral establecida lo que permite crear unas rutinas que sólo serán efectivas si se mantienen y respetan con disciplina. “El objetivo es buscar un equilibrio saludable que impida al estrés adueñarse de nuestros días y vidas”, dicen los responsables de EffiWork.
2. Horarios laborales no delimitados
La solución aquí pasa por delimitar perfectamente los horarios de trabajo y respetar la necesaria desconexión digital. “Si esta demarcación horaria no es clara, es imprescindible hablar con la empresa para aclararlo. Asertividad y comunicación evitarán problemas por las diferencias en las expectativas entre empleados y organización”.
3. Falta de medios materiales e informáticos para realizar el trabajo adecuadamente
Según los expertos, esta es la causa incluso de lesiones físicas en los teletrabajadores y puede evitarse con la organización de un espacio de trabajo saludable con los medios necesarios para el bienestar físico y mental. “Contar además con un software que ayude y facilite la gestión diaria del trabajo y avise cuando la jornada haya terminado, mejora exponencialmente la conciliación profesional y personal de la plantilla, y con ello, el bienestar de los empleados. Un beneficio que redunda en la empresa”.
4. Falta o ausencia de formación específica para gestionar el teletrabajo
La mejor solución para contrarrestarlo por parte de las empresas es invertir en instruir a los teletrabajadores sobre el desarrollo y ejecución óptima del trabajo a distancia: formarles en la gestión eficaz de proyectos, planificación de tareas, comunicación en el trabajo a distancia…
5. Asunción excesiva de tareas y objetivos no definidos
Para los especialista es muy común y conduce a la saturación del trabajador y al no cumplimiento de los objetivos previstos. Para evitarlo, hay que tener de antemano bien especificados los objetivos pactados con los órganos superiores. “También hay que establecer las funciones y roles de cada uno en la organización, al tiempo que se pueden anticipar jornadas flexibles si es necesario. Diseñar calendarios y prever los trabajos con más dificultad para evitar retrasos contribuye a cumplir tiempos y metas”, señalan
6. Aislamiento social y laboral
“Es la parte menos amable del teletrabajo mal gestionado y que ha aflorado en este año ante la inexperiencia de muchos en esta nueva realidad laboral a distancia”, explican. La solución, según indican, está en mantener una buena y permanente comunicación con el resto de colegas y de la estructura laboral tanto para cuestiones de trabajo como para otras colaterales. “Al reducirse nuestro contacto personal en el trabajo, conviene también compensarlo aumentando la interacción con otras personas de nuestro entorno personal, social, familiar…”
7. Sedentarismo y falta de estímulos externos
El remedio en este caso es más deporte y mejor alimentación. “Si ya no se coge el transporte público o no se camina hasta la oficina, hay que moverse haciendo deporte o saliendo a dar paseos al final de la jornada o durante la pausa”. También recomiendan mejorar en el aprendizaje y refuerzo de la inteligencia emocional o las llamadas soft skills, que ayudarán a afrontar mejor los retos y las situaciones. “En general, ejercitarse en la autodisciplina, autocontrol y la gestión eficaz del tiempo, mejorará nuestro día a día con el teletrabajo”.
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