“Un chip de respuesta, crear”
Por: Boris O. Núñez V.
Crear, tomar de la nada, de lo destruido y de lo viejo, transformarlo en algo nuevo, único y primero. Así es la sensación de quién pinta por primera vez, y tiene frente a sus ojos un lienzo en blanco, vacío de elementos, colores o conceptos. Un espacio por llenar o completar. Crear un contenido que nutra de esencia lo hueco, lo profano.
En ese mismo lienzo, que lo veo en nuestro país, ¿cuánto no hace falta por hacer desde cero?, ¿cuánta destrucción hay en el entorno que necesita ser recompuesta y nuevamente construida? ¿cuánta falta de voluntad existe, que necesita ser complementada con el interés de dar, hacer o no hacer daño?
Estamos viviendo momentos en los que semanalmente somos aturdidos por tormentas de ansiedad, provocadas por noticias que nos rellenan de incertidumbre y desazón. El alza del combustible, el poco empleo, la economía débil, la ausencia de respuestas y soluciones a problemas y necesidades ordinarias y comunes. Una guerra distante, llena de temores y preocupaciones que se hace sentir en nuestro suelo, con el encarecimiento de nuestra calidad de vida. Una tormenta perfecta a la angustia.
Sentimos que poco podemos hacer que esté a nuestro alcance, quizás a muchos le embargue un sentimiento de impotencia y acorralamiento. Asfixiados por el temor de una pandemia que se vuelva permanente y acosados por la indolencia y la falta de cooperación. En efecto, ante causas que son generadas por factores internacionales o exógenos, poco podemos controlar, para que se revierta a nuestro favor. Sin embargo, aún hay algo pequeño por hacer, por muy insignificante que nos pueda parecer.
Algo más fuerte que el conocimiento que podemos atesorar en nuestro cerebro, es nuestra imaginación y creatividad. Crear respuesta, soluciones, resultados a pesar del escenario complicado que vivimos en nuestros espacios familiares, laborales, económicos o sociales.
Todo hombre y mujer panameño/a posee la capacidad infinita de imaginar cosas nuevas, aunque no todo podrá resultar útil en el momento. Por lo que además de poner en movimiento y en práctica nuestras habilidades creativas y emotivas que se convierten en empuje para arrancar una empresa, iniciativa o proyecto, es importante que tomemos tiempo para observar y escuchar activamente el ambiente alrededor y con paciencia y determinación a postar al cambio creativo y transformador de esta realidad derruida.
Nuestro país, desde los hogares de las familias, los puestos de trabajo, el ambiente y los espacios sociales, está gritando para recibir respuestas. La forma de llenar ese vacío de soluciones es repensar de manera creativa, diferente, rompiendo esquemas anquilosados y tomar la decisión personal de crear con voluntad de actuar. Movernos más en una misma dirección, tolerando nuestras divergencias e incompatibilidades, que a pesar pueden chocar entre sí, de ese caos provocado, surgen nuevas oportunidades que debemos observarlas y escucharlas detenidamente.
Antes de obsequiar un no rotundo, mejor ofrezcamos un “repensemos esto”, un “que tal si probamos esto otro”. Como sociedad unida, estamos cansados de negativas, por lo que cambiemos el chip de respuesta, y actualicemos nuestra capacidad de dar y transformar, porque todos necesitamos hacer las cosas bien y mejor, por nuestro propio bienestar diario como nación.
“Vive honestamente, sin hacerle daño a nadie y dándole a cada uno lo suyo”.
(Este artículo es responsabilidad de su autor).